Quién dijo “crisis”

21 oct 2019 / 09:28 H.

No son solo los partidos mayoritarios los que atraviesan crisis internas convertidas en “trending topic” de la política. Como dijo Cervantes, en todas partes cuecen habas y, en este sentido, en la de Podemos, a calderadas. La confección de las candidaturas para las próximas elecciones generales provocó una escisión en una coalición con caras poco conocidas, con falta de liderazgo y con un embrollo de siglas que tienen al ciudadano más perdido que el mítico barco del arroz. El caso es que nació un movimiento en contra de la imposición de Madrid que, a medida que pasaron los días, se convirtió en una gran bola que, al final, explotó. Los originarios de esta agrupación en la provincia no están de acuerdo con que sea Francisco Sánchez del Pino el candidato al Congreso de los Diputados de Unidas Podemos. La primera reacción fue la dimisión del coordinador local del Podemos, el banquero jubilado Lucas Martínez. La segunda llegó, en forma de cascada, con la descomposición de todo el equipo territorial.

El grupo de coordinadores que conforma la directiva provincial abandona la fuerza morada por discrepancias con las altas esferas. Se trata de Inés Gila, responsable de Organización; Lola Rodríguez, enlace de Feminismos, y Javier Ureña, representante de los círculos y concejal en el Ayuntamiento de Jaén. Se desmorona el núcleo principal de un partido con altibajos en los resultados electorales. El mantenimiento del que fuera también número uno el 28 de abril fue la gota que colmó el vaso tras el rechazo por parte de la organización estatal a que Andalucía pudiera concurrir con su propio nombre en las generales que se avecinan, la ausencia de primarias provinciales y la negativa del grupo confederal de Podemos a que la comunidad andaluza contara con una voz diferenciada. Es, de alguna forma, la respuesta a lo que ocurrió en las elecciones municipales, aquellas en las que el profesor en Aranjuez, delfín de Javier Aguilera, respaldó a Jaén, Sentido y Común en lugar de a Adelante Jaén, la candidatura oficial de Podemos en la capital, en confluencia con Izquierda Unida. El actual aspirante al Congreso de los Diputados matiza que cada convocatoria electoral es un mundo y que se trata de una polémica orquestada desde la capital que ya no tiene respaldo provincial. Ayer, sábado de feria, se reunieron los círculos para plantar buena cara al mal tiempo y dejar constituido el equipo de apoyo a la campaña del 10 de noviembre. El protagonista de esta historia asegura que quedaron disipadas todas las dudas en una escenificación de implicación y unidad sin precedentes.

Francisco Sánchez del Pino, que recuerda que Unidas Podemos no concurrió a las municipales, matiza que fue respaldado en unas primarias y que se siente totalmente legitimado para afrontar una cita con las urnas en la que también estará Antonio Machado como cabeza de lista al Senado. Asegura que la nueva candidatura está conformada por jiennenses que participaron en Adelante Jaén y responde a una soñada y necesaria integración para que esta coalición tome nuevos bríos en los tiempos que se avecinan. Sin embargo, el lío político está garantizado. El movimiento en contra del conocido como “clan de los Aguilera” toca de lleno a un partido que ni siquiera conoce el número exacto de los inscritos que hay en la provincia. En las elecciones pasadas, la coalición quedó en quinta posición en la provincia, con 40.880 votos (el 10,5%). El PSOE consiguió tres diputados, el PP uno y el quinto fue para Ciudadanos, que cosechó 61.413 votos (15,8%). En cuarto lugar quedó Vox (46.934 votos), incluso por delante de Unidas Podemos. La situación no es fácil para una confluencia de fuerzas llamada a encontrar el liderazgo necesario para triunfar.