Punto de encuentro
Los principales rivales políticos en la cita con las urnas del próximo domingo utilizan un proyecto tan señero como la recuperación del Hotel Rey Fernando como arma electoral
Lunes, 22 de mayo. Llegó una semana tan lejana como decisiva para el futuro de una provincia sometida a examen político cada cuatro años por obra y gracia de una cita con la democracia en la que todo bicho viviente con los dieciocho cumplidos está llamado a participar. Los paseos de los candidatos a la Alcaldía de la capital se suceden en una campaña que tiene poco que ver con las de antes, porque se libra en las calles, sí, pero sobre todo en las redes sociales, convertidas en un patio de vecinos en el que todos opinan a golpe de corazón. En la potestad de cada votante está conocer al próximo alcalde, que se presume que será en masculino, con dos rivales que demuestran su fortaleza amparados cada uno en lo suyo. Julio Millán, aspirante socialista a continuar con el bastón de mando, se apoya en el trabajo hecho en cuatro años en los que tuvo sus altos y sus bajos. Agustín González, el elegido por el Partido Popular, se arma de la ola azul que invade Andalucía para intentar convencer de lo que puede llegar a hacer. Luego hay puntos de encuentro, como el de la fotografía, un proyecto que demuestra claramente quién es quién, cuál es el estilo y, por supuesto, las formas.
Los dos están de acuerdo en que la Plaza Coca de la Piñera, un lugar de paso referente para los pueblos y las ciudades de la provincia, necesita más que una pensada a tenor de las circunstancias. El Hotel Rey Fernando, referente para generaciones enteras por aquellas míticas bodas, bautizos y comuniones, se convierte en esta campaña electoral en el punto de mira de dos enemigos íntimos, en términos políticos, con esa finalidad encubierta de rascar votos hasta debajo de las piedras. El actual alcalde presentó un proyecto, en los prolegómenos electorales, encaminado a ceder el inmueble a un grupo empresarial jiennense para recuperar el establecimiento hostelero ligado a la Estación de Autobuses. El candidato socialista defiende la rehabilitación de este emblema de la ciudad con la finalidad de volverlo a abrir como hotel de tres estrellas con setenta habitaciones, de las que sesenta serían dobles y diez individuales. Y, en el ataque dialéctico, saca a pasear al exalcalde José Enrique Fernández de Moya en ese recuerdo obligado para el ciudadano de abandono de proyectos con marca del Partido Popular.
Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, en la misma plaza de la discordia y la “libertad” para la perorata, Agustín González presentó un “gran centro cultural y de ocio” con el que pretende “transformar la ciudad por su poder dinamizador”, activar el comercio, concentrar la oferta cultural y deportiva para los jóvenes y propiciar que el hotel Rey Fernando sea un establecimiento de cuatro estrellas. No hay más que ver los buscadores que ofrece internet a la hora de elegir un destino para comprobar que los turistas quieren cada vez mayor calidad a la hora de hospedarse, por lo que el candidato del Partido Popular, fiel a su estilo y al de la fuerza política a la que representa, da un paso más en la categoría del estrellato para intentar convencer al electorado de que lo suyo es lo mejor. Esto es lo que queda en la semana que supone la recta final de una campaña electoral falta de mítines de otras estrellas, los líderes nacionales, que a veces hay dudas de que sumen o de que resten en unas elecciones municipales, las del 28, en las que lo importante no estará en el resultado, sino en los acuerdos posteriores que ya se sabe que los carga el diablo. Afinar en la pluma de los pactos escritos será clave para el futuro de Jaén.
Una misión: frenar a la derecha desde una división que resulta inexplicable
Con Andalucía es la suma de partidos como Podemos, IU, Más País, Equo, Alianza Verde e Iniciativa del Pueblo Andaluz, una marca que se presenta a los comicios locales con el objetivo de impedir que la derecha acceda a los ayuntamientos andaluces y con la idea de que “ni por acción ni por omisión” dejarán que esto ocurra, lo que en la práctica abre la puerta a pactos poselectorales, previsiblemente con el Partido Socialista en la mayoría de los casos. Sin embargo, en la capital caminan a contracorriente, con una división inexplicable en la que Podemos e Izquierda Unida —Para la Gente— se sitúan en los extremos opuestos para derrotar a un enemigo que tienen dentro. Difícil será conseguir que el votante sepa cuál es la papeleta acertada para derrotar a ese muro situado a la derecha que pretenden derribar cuando hay que leer la letra pequeña para enterarse bien de quién se presenta a la cita con las urnas. Por el momento, los dirigentes eluden concretar sobre la estrategia de alianzas hasta que se conozcan los resultados y sitúan su objetivo en la campaña en evitar que la mayoría absoluta conseguida por el Partido Popular en las autonómicas tenga una réplica en las municipales. Trasladar la idea a una ciudad es complicado.
EN CORTO. La Junta Electoral da el visto bueno a “Jaén” Plaza
Nada es fruto de la casualidad, aunque siempre hay excepciones, como en toda regla. La galería comercial de Jaén Plaza abrirá, finalmente, el próximo jueves, a las seis y media de la tarde, en un acto que se presume concurrido de representantes políticos y aspirantes a serlo a tres días de las elecciones municipales. Fue necesario pedir permiso a la Junta Electoral para poder ejecutar una apertura que, sin lugar a dudas, contribuye a engrandecer una capital que, sin embargo, necesita un plan de choque en el centro para que no se muera. Sin embargo, eso corresponderá a quien tenga el bastón de mando a partir del día 28 de mayo. Ya queda menos para saberlo.