Políticos en casa

23 mar 2020 / 16:49 H.

Es una de las actividades que menos tiempo permiten estar en casa. Quienes se dedican a la política son conscientes no solo del desgaste que conlleva la exposición pública de cada una de sus acciones, sino del sacrificio personal, porque entre el trabajo en la Administración, los actos de partido y los contactos con los colectivos, son reducidas las horas que restan para la familia. Resulta habitual que, cuando se produce una dimisión, el protagonista alude como excusa la necesidad de prestarse más a los suyos. Ni que decir tiene que el confinamiento que ha forzado un virus llamado covid-19 hará a quienes representan a los jiennenses recuperar el tiempo perdido en el hogar. Ahora sí que verán amortizada su hipoteca. En primer lugar, porque están obligados a dar ejemplo cuando son ellos los que piden a sus vecinos que se queden en su vivienda. Segundo, porque las instituciones tienen suspendida su actividad y las administraciones funcionan a medio gas por culpa de una pandemia de la que no existen precedentes.

Hay quienes no tienen más remedio que saltarse por alto la cuarentena y, con todas las precauciones que marcan las autoridades sanitarias, acuden al lugar en el que desempeñan sus funciones cada día. Sin embargo, suelen ser pocas horas, porque la mayoría opta por el teletrabajo, como muchas empresas jiennenses, y resuelven los problemas de la distancia con las videoconferencias. Las nuevas tecnologías se convierten en perfectas aliadas en una crisis que no tiene parangón.

Tal es el caso del alcalde de Jaén. Julio Millán intenta ir lo menos posible al Ayuntamiento, tal y como marca el decreto de alarma, de tal forma que su presencia física se reduce a la solución de asuntos extremadamente urgentes y prioritarios. Su día a día transcurre en su casa, pegado al teléfono y con conferencias audiovisuales que tan de moda están en estos días de clausura. La coordinación de áreas es clave para el funcionamiento de la maquinaria municipal. Algo parecido hace su socia de gobierno. La teniente de alcalde, María Cantos, intenta no salir de casa, aunque casi todos los días se ve obligada a hacerlo. “Siento que tengo una doble responsabilidad, la cívica y la política, por lo que no me puedo desentender de las competencias otorgadas por los ciudadanos”, comenta. Su familia es clave en unas eternas jornadas en las que predomina la incertidumbre. El caso de la subdelegada del Gobierno en Jaén, Catalina Madueño, tiene su particularidad. La sede en la que trabaja es también su hogar, por lo que no tiene más que cerrar una puerta y abrir otra para entrar en su despacho. Lo hace a diario. Para las videoconferencias se traslada a la Sala Menina, sin necesidad de salir a la calle. Allí conecta, por las mañanas, con los compañeros de cada provincia y con la delegada del Gobierno en Andalucía, Sandra García, que menudo estreno ha tenido en el cargo. La máxima responsable del Ejecutivo central en la provincia mantiene contacto diario físico con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y con los alcaldes, por teléfono, quienes le trasladan sus necesidades entre tanta incertidumbre.

La delegada de la Junta de Andalucía en Jaén, Maribel Lozano, sobrelleva el temporal como mejor puede. Acude por las mañanas a la Delegación del Gobierno y mantiene reuniones por videoconferencia con los delegados territoriales y con la Consejería de Presidencia. El resto de la jornada sigue prácticamente pegada al teléfono, porque son muchos los frentes abiertos en una tierra que, como el resto del mundo, vive con inquietud los acontecimientos.

El presidente de la Diputación y secretario general del PSOE en Jaén, Francisco Reyes, se apunta al teletrabajo todos los días, aunque algunos tuvo que ir al despacho del Palacio Provincial. También son muchas las teleconferencias de reuniones para coordinar los servicios que presta este organismo y resolver problemas. También el presidente provincial del Partido Popular, Juan Diego Requena, vive “enganchado” al ordenador desde su casa de Santisteban del Puerto, a través del que contacta con diputados nacionales para aportar propuestas encaminadas a solucionar el grave problema del coronavirus. Por las mañanas, echa una mano en su Ayuntamiento. No queda otra en unos tiempos complicados. Que no decaiga el ánimo.