Pasión... por las urnas

Ya está asegurado el adelanto electoral con un discurso ideado por el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, en torno a la inflación y las cuentas que tanto preocupan

11 abr 2022 / 16:00 H.

Lo mismo que huele a incienso en las calles de toda Andalucía en una Semana Santa que la pandemia convirtió en especial, lo mismo que huele a azahar en rincones auténticos de esta comunidad idílica, lo mismo que huele a manjares típicos en los hogares guardianes de la tradición, el olor de las elecciones impregna cada paso de quienes se juegan el presente y el futuro en las urnas. El congreso nacional del Partido Popular, en el que resultó elegido presidente Alberto Núñez Feijóo, abrió las puertas al otro presidente, Juanma Moreno Bonilla, para la convocatoria de una cita en la que las encuestas son favorables. Habrá autonómicas en junio y, aunque hay varios domingos en juego, la apuesta sigue firme en el 26.

El máximo representante del Gobierno andaluz construyó el discurso perfecto para fijar el adelanto. El relato pergeñado para llamar a los andaluces a las urnas en junio, en lugar de noviembre, se resume en la economía. El Banco de España calcula una inflación sostenida hasta el verano en un 10%, un escenario que complica la continuidad gubernamental con el presupuesto prorrogado de 2021. Salieron en tromba los consejeros del Partido Popular, cada uno con su propio relato, en señal de respaldo a un argumento que cobra peso a medida que pasan los días. No están por la labor, sin embargo, quienes están al frente de Ciudadanos, que consideran una excusa la decisión de convocar elecciones antes de que expire la fecha de caducidad.

El caso es que el deterioro económico y social por el alza de los precios, que afecta a familias y empresas, inclina la balanza de los populares hacia el lado de las urnas. Las protestas de los transportistas, que pusieron a la economía al borde del colapso, dieron la voz de alarma. El malestar social contra el Gobierno de Pedro Sánchez se puede convertir, no obstante, en una bomba de explosión incalculable en Andalucía, aunque haya quienes consideren todo lo contrario, que es el momento de aprovechar esa inquietud ciudadana para recabar votos.

Hay que dar la imagen de que la legislatura autonómica se agota, que el adelanto no es más que una cuestión técnica y que el modelo que imperó en la comunidad andaluza en los últimos casi cuatro años fue un ejemplo para el resto de España. Sorprende que el socio de Juanma Moreno, Juan Marín, esté hasta el final y, por el momento, no haya visos de abandono para marcar distancias con vistas a la convocatoria electoral. No corren vientos favorables para Ciudadanos en los sondeos y, en este sentido, llegar hasta el final significa ganar tiempo para conformar una estrategia en la que tampoco hay unanimidad.

El caso es que, en estos días de Pasión, la maquinaria está en funcionamiento y sobre los partidos recae la responsabilidad de conformar, cuanto antes, las candidaturas con las que concurrirán a las urnas. No es el momento de hablar de números uno en las dichosas listas de la discordia, tiempo habrá, pero sí es cierto que a muchos les pilla con el pie cambiado, con la casa patas arriba y, por supuesto, sin barrer. Que se lo digan a las fuerzas emergentes, como la recién presentada Jaén Merece Más, que por no tener no tiene ni unidad en esa España Vaciada que recoge el inconformismo y el desapego ciudadano a la clase política. Eso sí, las autonómicas serán el trampolín perfecto para que los otros candidatos, los que se presentan en los pueblos y ciudades el año próximo, puedan jugar sus cartas, darse a conocer y convencer al votante de que su opción es la mejor. Empieza la cuenta atrás. El reloj está en marcha.

La politización de un problema que afecta a toda la provincia

Quiso el destino que, justo la noche de antes de la primera protesta en defensa de la Universidad de Jaén, se alinearan los astros en un intento de paralización y tapadura de bocas que, finalmente, tuvo un resultado a medias. La concentración convocada por la plataforma ciudadana con el objetivo de echar hacia atrás el modelo de financiación planteado por la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades se celebró y, aunque no tuvo la repercusión esperada, sirvió de aviso a navegantes. Cierto es que, lamentablemente, quedó politizada una movilización en la que la ausencia de representantes jiennenses del Partido Popular y de Ciudadanos, las fuerzas políticas que gobiernan en Andalucía, deja claro que la política está por encima de los intereses de la gente y que las siglas prevalecen cuando, incluso, hay que arrimar el hombro. Sí aprovecharon el tirón quienes están, precisamente, en la oposición en Andalucía, quienes se frotan las manos ante un asunto del que esperan sacar rentabilidad política. El rector, Juan Gómez, tampoco estuvo en la concentración en la que, por primera vez, se vieron muchas caras de catedráticos unidos por una causa: el futuro de Jaén.

Una política con empuje

Llegó tarde a la estructura de gobierno de la Junta de Andalucía y, en poco tiempo, consiguió convertirse en una pieza clave entre los delegados territoriales de la Administración autonómica. La clara apuesta de Miguel Moreno, el coordinador de Ciudadanos en la provincia, fue acertada y, aunque tiene sus detractores y seguidores, el tiempo demostró que no erró en la elección. Marián Adán deja la Delegación de Turismo para ejercer como directora general de Calidad, Innovación y Fomento del Turismo después del fallecimiento de Javier Imbroda. El Consejo de Gobierno despejará las dudas, pero todo hace indicar que Raquel Morales asumirá de nuevo la cartera que un día delegó ante la inminencia de la convocatoria electoral. No está la decisión tomada. Sevilla tiene la última palabra.