Obligado paréntesis
Los máximos representantes de las administraciones públicas en Jaén aprovechan agosto, en concreto el puente, para disfrutar de la familia, desconectar del trabajo y regresar con energía
Lo mismo que hay quienes acostumbran a comer sin pan, existen los que viven sin vacaciones y, con más pena que gloria, atraviesan el verano con el aire acondicionado como única arma para luchar contra el bochorno. Sin embargo, ni el plato principal sabe igual sin el mendrugo ni el año transcurre como la seda cuando hay tiempo para el descanso. Un paréntesis laboral es, sin lugar a dudas, de obligado cumplimiento para el común de los mortales, donde se incluyen los políticos, porque eso de estar de guardia las veinticuatro horas del día y los trescientos sesenta y cinco días del año queda reservado para la teoría. Cierto es que, cuando hay más frentes abiertos que deudas, los máximos representantes de las administraciones públicas se sienten en la necesidad de continuar al frente del barco para evitar que alguien intente llevarlo a la deriva. En cualquier caso, la semana recién terminada fue la de puertas cerradas, persianas bajadas, chapuzones en el agua, aire libre y desconexión.
Hay de todo, como en botica, aunque casi todos hacen honores al lema póstumo de la faraona, el de “manosea tus raíces, que de ahí siempre salen cosas buenas”. No hay nada mejor que aprovechar los días de asueto para el reencuentro con la familia en esos rincones que ofrece la provincia, donde están los orígenes y los vecinos nunca fallan. Regresan a los afectos y vínculos más sinceros, a los recuerdos vividos, a las enseñanzas de los parientes más próximos y a los consejos que recibieron desde el amor de la cuna. Tal es el caso del presidente de la Diputación Provincial de Jaén. Francisco Reyes pasa la mayor parte de agosto en Bedmar y, aunque hay alguna escapada a la playa como de costumbre, lo cierto es que el pueblo siempre es el pueblo. Eso no hay quien lo pueda cambiar.
El alcalde de Jaén se tuvo que contentar con cuatro días mal contados, los del puente de la Virgen de la Asunción, en la costa granadina, en Calahonda para ser más exactos, en un verano enclenque alargado con los fines de semana. Más vocación y menos vacación es el caso de Agustín González, inmiscuido en cómo arreglar el desaguisado de la dimisión de Manuel Carlos Vallejo con la mejor receta. Siguiendo la moraleja de Esopo en “La Cigarra y la hormiga”, saben que el otoño no tardará en llegar y más vale no tener que ser la cigarra que toca la puerta pidiendo algo de comer.
En un ascensor está el subdelegado del Gobierno central en Jaén. Manuel Fernández Palomino quizás se haya encontrado con su paisano en Calahonda en estos días preferenciales para las vacaciones, pero sube y baja a Jaén con la frecuencia que otorga la cercanía entre dos provincias vecinas. Es lo que tiene representar a los ciudadanos, hay que estar siempre ojo avizor.
El delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Jaén no pudo reprimir la tentación de pregonar lo que se siente en ese camino portugués que lleva hasta Santiago de Compostela. Las redes sociales se convierten en el perfecto altavoz para radiar esos 160 kilómetros de distancia, a pie, por rutas de ensueño que merece la pena vivir. Jesús Estrella, con albariño incluido, regresa a Andújar empoderado y con ganas de dar la batalla política en un comienzo de curso en forma de suma y sigue. La fotografía que acompaña a este texto da fe de que la discreción no siempre tiene que viajar en la maleta de los políticos, sobre todo en unos tiempos de aperturismo en los que las vacaciones no penalizan, sino todo lo contrario, porque desconectar de la rutina ayuda a cargar las pilas para afrontar el presente y el futuro con la energía de vivir.

Virgencita que me quede como estoy, ¿para qué cambiar lo que funciona?
A estas alturas del mes de agosto, todos conocen que el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, adelantó los cambios en su equipo antes de las vacaciones, con el fin de evitar el ruido mediático que genera la oposición en una estación del año pensada para el disfrute y la desconexión. Hay quienes apuntaban, antes y ahora, que queda la remodelación que llegará a las ocho provincias, en cuyas delegaciones territoriales se presagian cambios. No se espera la incorporación de nuevos delegados, después del incremento en una del número de consejerías, pero sí una redistribución de las competencias. Sin embargo, las fuentes consultadas aseguran que no habrá reestructuración en Jaén. ¿Para qué cambiar lo que funciona? Incorporar novedades en el ecuador de un mandato que camina sobre ruedas no tiene sentido, según las voces que garantizan que no habrá cambios. Lo mismo que Francisco José Solano tuvo como referentes dos consejeros, ahora le tocará el turno a José Ayala. Turismo, Cultura y Deporte se divide ahora en dos áreas, por lo que todo hacía indicar que es ahí, precisamente, donde se podría producir la mayor alteración. No obstante, mucho tiene que cambiar la “cosa” para que haya decreto de reestructuración.
EN CORTO. Más protestas por la A-306
No están de brazos cruzados quienes retoman, en el ecuador de la legislatura autonómica, las reivindicaciones para que la carretera que une Torredonjimeno con El Carpio, la A-306, se convierta en autovía. El alcalde de Porcuna, Miguel Moreno, que capitanea este movimiento, prepara una gran movilización en la que habrá implicación de la ciudadanía. Ya lo advirtió en el remodelado Pilar de Moya, rodeado de su equipo de Gobierno municipal. Después de que la plataforma creada por alcaldes de Córdoba y de Jaén estuviera paralizada por intereses políticos, su intención es implicar a los vecinos de los municipios que esperan una autovía como agua de mayo. Este será el punto de partida de otras protestas más, cuando terminen las fiestas y las vacaciones.