Los duros tragos de la política

No pasa por buenos momentos el bipartidismo en la provincia de Jaén, con denuncias cruzadas que tienen a sus máximos representantes en vilo sin que nadie adivine cómo acabará todo

21 may 2024 / 08:00 H.

Son los políticos los que tienen que poner remedio al colapso judicial que tiene en vilo a cientos de familias pendientes de resoluciones trascendentales para sus vidas y son los políticos, valga la redundancia, los que contribuyen a que la carga sea más pesada en una primavera en la que el polen del olivo no es, precisamente, lo que provoca la congestión nasal. La crispación de la vida pública tiene a los ciudadanos hasta la coronilla y, mientras unos y otros se tiran los trastos a la cabeza por no reconocer errores de un pasado muy presente, la vida continúa para el común de los mortales sin que haya alguien que contribuya a la resolución de los verdaderos problemas, esos que no se pueden arreglar en la puerta de un juzgado.

El escenario jiennense de las últimas semanas es el de aquellos circos en los que no hace falta payasos para garantizar el espectáculo. Hay quienes, incluso, están dispuestos a pagar un plus para asistir a las filas reservadas para los invitados vip. Aparecen actores que no estaban en el reparto y aprendices del oficio con ansias de aplausos. Impresionante. El cóctel da juego para el trending topic, para los programas televisivos en los que nunca aparece Jaén y para el escándalo nacional convertido en mofa. Algo falla cuando el foco de la noticia se desvirtúa y hay quienes intentan extraviar la mirada autoconvencidos de que la Policía es tonta. Si esa es la maquinaria para rescatar votos, que se convoquen elecciones mañana mismo, a ver quién acude.

Al grano. El viernes, por la puerta de atrás, salieron del Juzgado de Instrucción número 1 de Jaén el exalcalde de Jaén, Julio Millán, y la vicepresidenta de la Diputación, África Colomo, después de declarar tres horas por un enrevesado supuesto montaje electoral en el que se investiga si hubo denuncia falsa aquella noche del 28 de mayo. No sabían los periodistas si quedarse en la puerta de Ejército Español, tirar para la Plaza de Santa María o acudir a la calle Hurtado. Las sedes del bipartidismo pusieron a todos los suyos manos a la obra con convocatorias paralelas mediante las que pretendieron, según el caso, desviar la atención o echar leña al fuego. Casualidades forzadas de la vida hacen que, en el candelero de lo público, haya otro enturbiado asunto político con aires de judicialización. Un audio del presidente provincial del Partido Popular, Erik Domínguez, tiene revuelta a la militancia y, mientras el aparato refuerza el escudo para que nadie salga herido de esta guerra, hay quienes, desde dentro, se revuelven en sus asientos. El receptor del mensaje de voz fue compañero en el Parlamento de Andalucía, de Ciudadanos para más señas, Enrique Moreno, hijo de quien en su día rivalizó para liderar la sede de la calle San Clemente, Miguel Moreno, un lío en toda regla que hace pensar en una filtración interesada para arremeter contra el enemigo y que, no obstante, está muy lejos de la realidad. O no. El contenido del audio, con sobrada capacidad para dar la vuelta al mundo, no era ni más ni menos que el anuncio de una convocatoria para una plaza que era pública y, sin embargo, no estaba publicada. Nadie tiene potestad, en este momento, para entrar en el fondo de la cuestión y, aunque el agraciado con el puesto de trabajo fue otro militante del Partido Popular que sí viene el caso, lo cierto es que no hay mejor defensa que un buen ataque. La ofensiva, ahora, se basa en otras oposiciones, en este caso de la Diputación Provincial de Jaén, a las que concurrió el destinatario del audio y en las que consiguió un notable alto. Difícil adivinar cómo acabará el espectáculo en el que se prevén más denuncias mientras los jueces levantan la mano para irse cuanto antes de vacaciones. El duelo entre el bipartidismo es de alto voltaje y, a la espera de conocer la opinión del líder, Juanma Moreno intenta pasar el duro trago con sus escuderos en la calle.

Los duros tragos de la política

Quejas en El Donadío por la retirada de la mesa electoral

Ocurrió en las últimas elecciones municipales, cuando fueron cientos los jiennenses que se vieron obligados a desplazarse desde sus núcleos poblaciones para poder ejercer su derecho al voto. El Gobierno central eliminó mesas electorales de acuerdo a unos cuestionables criterios que encendieron los ánimos de los principales perjudicados y, ahora, la historia se repite. Vecinos de El Donadío, pedanía de Úbeda, han recibido en sus domicilios la convocatoria de elecciones europeas, el 9 de junio, mediante la que se han enterado que, por primera vez desde que existen unos comicios democráticos, se ven obligados a desplazarse hasta la ciudad patrimonial para poder votar. “Somos alrededor de 190 los residentes que nos vemos afectados por esta medida que consideramos totalmente injusta, porque muchos van en sillas de ruedas, otros con andador y, al final, lo que van a conseguir es que no vayamos a votar”, dice Eugenio Jordán, quien se erige en portavoz. Añade: “Nos han dicho que la alcaldesa pondrá un autobús y es verdad que aquí la gente es muy solidaria y seguro que ponen los coches a disposición de los vecinos para ir a votar, pero no nos parece justo el agravio”. La situación se repetirá en muchas aldeas más.

EN CORTO. Manifestación por los servicios públicos

Hay un movimiento importante en la capital que prepara una seria movilización para el 1 de junio. Se trata de una plataforma que nació en el instituto Virgen del Carmen y en la que está ya inscrita una buena cantidad de organizaciones. La protesta saldrá, a las doce del mediodía, de la Plaza Jaén por la Paz. El objetivo común no es otro que proteger, defender, preservar y ampliar todos los servicios públicos: “Son la garantía de nuestros derechos como ciudadanía y aseguran nuestro futuro como una sociedad sana, libre de violencias machistas, educada, cuidada, próspera, atendida y protegida desde la proximidad”. Así reza en su manifiesto.