Lo nunca visto

Lo que ocurre en el seno interno del Ayuntamiento de Jaén es tan rocambolesco como sorprendente. Vox consiguió dos escaños en las últimas elecciones municipales y, sin embargo, los concejales que los ocuparon, Salud Anguita y Manuel Ureña, se convirtieron en enemigos íntimos. En contadas ocasiones se les pudo ver juntos e, incluso, pidieron ser separados en el salón de plenos como escolares en sus pupitres. Lo esperpéntico llega, en cada sesión plenaria, a la hora de votar, cuando cada uno hace lo que considera sin que nadie se ponga las manos a la cabeza. Y, por supuesto, el colmo entre los colmos está en que ella, suspendida de militancia e inhabilitada para representar a los de Santiago Abascal en cualquier cargo público, siga erre que erre en un mandato que está a punto de expirar.

No trascendieron los motivos del último expediente disciplinario, pero existe, certificado por el secretario general, Ignacio Garriga Vaz de Conciçao, mediante el que Vox impone a Salud Anguita la sanción “muy grave” consistente en la suspensión de los derechos como afiliada y la inhabilitación para desempeñar cargo o función en representación del partido por un periodo de dos años. La resolución fue notificada a su correo electrónico el 18 de octubre, pero cinco días después, Salud Anguita presentó recurso de reposición. La última noticia es del 8 de este mes, cuando el Comité de Garantías dictó otro auto mediante el que desestimó íntegramente el recurso y ratificó la sanción. En medio, hubo una sentencia de la sección primera de la Audiencia Provincial de Jaén, por la que, con imposición de costas a la apelante, se desestima el recurso de apelación contra el auto dictado por el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Jaén, que estimaba ajustada a derecho anterior la sanción disciplinaria de Vox contra la concejala. Un auténtico embrollo judicial que lo único que hace es prolongar la agonía y llegar hasta el final de la legislatura tal y como empezó.

El concejal de Vox Manuel Ureña Contreras presentó al alcalde de Jaén, Julio Millán, un escrito en el que informa de los últimos acontecimientos sancionadores y solicita, textualmente: “Que por el alcalde del Ayuntamiento de Jaén se facilite el cabal cumplimiento de dicha resolución disciplinaria y, por ende, que Salud Anguita Verón, concejala de esta Corporación Municipal, no pueda desempeñar cargo o función en representación del partido Vox ni en el grupo municipal con su nombre constituido, por un periodo añadido de dos años, y por tanto se lleven a cabo las medidas pertinentes para su cumplimiento, reiterando lo instado en meses pasados, sobre su remoción de la Portavocía de Vox Jaén y su pase a concejal no adscrita, recabando para ello el asesoramiento legal correspondiente de la Corporación a los efectos correspondientes”. Firmado el 17 de noviembre, lo que pide el compañero enemigo, en resumidas cuentas, no es otra cosa que el máximo dirigente municipal tome cartas en el asunto para que la fuerza política a la que representa vea colmadas sus aspiraciones de apartar a la edil de una representación que, según los documentos consultados, no le pertenece desde hace tiempo. Sin embargo, todo hace indicar que la petición de informes y la burocratización de la Administración hará que pasen los cuatro años sin que nadie pueda conseguir un propósito en la que Salud Anguita gana, a todas luces, la batalla. Otra cosa será su futuro político, aunque la experiencia demuestra que allí donde puso el ojo consiguió escaño, en Ciudadanos, en Vox y, a partir de ahora, en no se sabe qué partido político más. Cuestión de tiempo.

“El día 16 de diciembre de 2018, siendo ya diputado electo del Parlamento de Andalucía, celebré mi último juicio de una etapa de casi 10 años dedicado a mi profesión, la abogacía. Hoy, 3 años y 11 meses después, tras una apasionante etapa en política, me pongo mi toga y vuelvo a ejercer mi actividad profesional con más ilusión que nunca, ocupando mi sitio en el estrado de la sala de vistas del Juzgado de lo Contencioso Administrativo 1 de Jaén en mi condición de Letrado, lo cual me llena de orgullo y satisfacción. Estoy, como siempre, a vuestra entera disposición”. El exparlamentario Enrique Moreno anuncia, de esta forma, su retirada de lo público después de que las elecciones autonómicas dejaran a Ciudadanos en la estacada. Era una de las principales promesas políticas y, sin embargo, nadie lo rescató en el nuevo mandato.

En el Partido Popular están que se muerden las uñas. Pasa el tiempo y no hay candidato oficial a la Alcaldía de Jaén. No es que haya dudas acerca de quién es el elegido, que el miércoles presenta su segundo libro en La Económica, pero no es lo mismo ir a un acto como director general de Consumo de la Junta de Andalucía que como aspirante al bastón de mando. El caso es que todavía no está presentado públicamente y ya hay quienes tienen hecha hasta la lista de quienes le acompañarán en esta nueva aventura, porque entrar en el Ayuntamiento no es un caramelo, sobre todo por la situación económica en la que se encuentra desde hace varias legislaturas.