Llamados al diálogo

La vida sigue después de las semanas de infarto vividas por los protagonistas de una historia repleta de encuentros y desencuentros por culpa de ese diálogo al que están llamados los representantes de los partidos políticos por más leña que arda. Abrochados y firmados los pactos que conforman los diecisiete ayuntamientos cuyos resultados electorales regalaron minorías, no queda otro camino que continuar con el entendimiento para el cumplimiento de cuatro años de mandato que tendrá sus tiras y aflojas. La fotografía que acompaña a este texto es el ejemplo del obligado intelecto al que tendrán que estar sometidos el Ayuntamiento de Jaén y la Diputación Provincial a partir de este momento, sobre todo porque Jaén Merece Más, pese a quien pese, puso sobre la mesa unas condiciones atípicas a la hora de sentarse a hablar para llegar a acuerdos de gobernabilidad: sacar adelante proyectos históricos para la provincia.

Está firmado ante notario un documento que especifica cuáles son los objetivos pendientes de cumplir a medio, corto y largo plazo, lo que obligará a las diferentes administraciones públicas a ponerse de acuerdo para que, todos a una, como Fuenteovejuna, se desenrede la maraña de infraestructuras estancadas y en el olvido por obra y gracia de quienes, años atrás, tuvieron la sartén del poder en el mango. Sólo el alcalde de Jaén, Agustín González, y el presidente de la Diputación, Francisco Reyes, saben lo que se dijeron ese día en el que acudieron, como invitados, a la presentación de la Memoria Anual del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, donde la conversación atrajo las miradas de propios y extraños. A partir de ahora se tendrán que intensificar las reuniones entre los líderes con signos opuestos para que el ciudadano perciba que no hay excusas a la hora de desbloquear los proyectos prometidos en un documento que hizo público Jaén Merece Más después de la presión social en aras de la transparencia que tiene que imperar en una sociedad democrática. Comprobado queda que cuando las instituciones están regidas por el mismo color político, todo fluye, una de las máximas por las que el común de los mortales cae en el desencanto y la denostación de ese arte de hacer posible lo imposible. Ahora hay connivencia entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía y, a las puertas de otras elecciones, puede que en menos que canta un gallo, también exista con el Gobierno central, lo nunca visto en una ciudad que suele nadar a contracorriente y que, a tenor de las circunstancias, así le va.

Llega el momento de pasar de la teoría a la práctica. El presidente de la Administración autonómica, Juanma Moreno, tuvo el gesto de visitar la Plaza de Santa María como primer lugar desde que se celebraron las elecciones municipales, un guiño a los autores del pacto de Gobierno que le permitió tener las ocho capitales de Andalucía pintadas de azul en forma de agradecimiento. Lo prometido es, sin lugar a dudas, deuda, por lo que los ciudadanos estarán vigilantes de cualquier movimiento en falso y Jaén Merece Más, con la espada en alto por si llega el momento de tener que clavarla ante cualquier titubeo. No caben medias tintas. Jaén afronta un punto de inflexión sin precedentes con un acuerdo más de provincia que de ciudad que abre un camino interesante para quienes son protagonistas de una historia pendiente de contar en un mandato que no estará exento de sobresaltos. El modo electoral se activa de nuevo ante la inminencia de una campaña que pilló a todos con el pie cambiado y que eterniza un verano más seco que la mojama. Diálogo, bendito diálogo.

Ya está concretado el organigrama del nuevo Ayuntamiento de Jaén, con cinco tenencias de Alcaldía y otras tantas grandes áreas como pilares de una estructura en la que el Partido Popular y Jaén Merece Más hicieron un reparto equilibrado entre los once concejales que tiene uno y los tres que tiene el otro. Sin embargo, quedan todavía puestos de libre designación pendientes de encaje, con los que se pretende contentar a quienes se quedaron fuera de la candidatura en aras de componer un equipo con aire diferente. Uno de ellos es Manuel Palomares, para quien está reservada la Gerencia de la Universidad Popular Municipal, ese edificio de la Avenida de Andalucía donde hay unas cuantas papeletas por resolver, entre ellas, la de los monitores que, con sentencia en mano, esperan recomponer sus puestos después de tantos años de interinidad. No será fácil asumir el encargo para el que fue el concejal más joven de la anterior Corporación Municipal, entonces en el papel de la oposición. Pronto se conocerán quiénes llevarán las riendas de otras tantas gerencias y departamentos como concejalías tiene un equipo de Gobierno en el que hay más perfiles técnicos que políticos.

El engranaje de la maquinaria del Partido Popular está recompuesto en líneas generales, después de las elecciones municipales, con los ayuntamientos constituidos y la Diputación Provincial de Jaén con los escaños cubiertos. Sin embargo, quedan “piezas” por ensamblar. Una de ellas es la Delegación Territorial de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, vacante desde que Francisco Joaquín Martínez tomó posesión de su cargo. Estaba “cantado” que el sustituto era el edil linarense Raúl Caro-Accino, pero su elección como diputado provincial le deja fuera de este juego. Se busca a una mujer, más política que técnica, pero puede haber sorpresas a última hora que pillarán con el pie cambiado a más de uno. O de una.