Heridos de muerte

Estalla el pacto de Gobierno en el Ayuntamiento de Linares, tras la recomposición del equipo de Gobierno que lidera el alcalde, Raúl Caro-Accino, reflejo de la situación social y económica

01 feb 2021 / 12:09 H.

No corren buenos tiempos para esperanzadores titulares cuando las noticias van de mazazo en mazazo sin que haya manera de darles la vuelta en esa búsqueda incesante del periodista de tirar por lo bueno dentro de lo malo. Basta con que un día pase algo malo para que, al siguiente, ocurra algo todavía peor. No queda otra que creer en aquello de que de las crisis se sale más reforzado para andar con paso firme cuando el camino está repleto de pedruscos. La situación que vive Linares es un ejemplo de que siempre la “cosa” puede ir a más. La depresión social y económica que vive la segunda ciudad más poblada de la provincia tiene su reflejo en la política municipal. Saltó por los aires el pacto de Gobierno en el Ayuntamiento y los tres concejales de CILU, ahora en la oposición, pusieron en riesgo la continuidad de un equipo liderado por Ciudadanos con el manifiesto apoyo del Partido Popular. Suele pasar cuando los acuerdos están cogidos con pinzas y hay retranca entre sus socios. Ni que decir tiene que al actual alcalde, Raúl Caro-Accino, le tocó bailar con la más fea después de conseguir destronar al Partido Socialista de la Administración más cercana al ciudadano. No fue fácil arrebatar el bastón de mando a su antecesor, Juan Fernández, quien abandonó después el Partido Socialista por cuestiones internas que colean en los juzgados.

El caso es que Linares es el municipio de más de 50.000 habitantes con la tasa de desempleo más elevada de España. La industria es prácticamente inexistente desde el cierre en falso de Santana Motor y el sector servicios se encuentra herido de muerte por el efecto combinado de las medidas aplicadas para frenar la pandemia de coronavirus y el bajo consumo de la población, lo que motiva la desaparición de numerosas franquicias de grandes firmas y el cierre temporal, el próximo mes de marzo, del primer El Corte Inglés que tuvo la provincia. Hay que ser valientes, en un contexto como el que se dibuja en estos momentos, para encabezar el movimiento del cambio político, lo mismo que también tiene que ser apasionante el trabajo, reto a reto, cuando el viento corre en contra. Raúl Caro-Accino, que cuenta con la Junta de Andalucía como principal aliada en esta ardua tarea, empieza a poner los puntos sobre las “íes” en su propio gobierno con el fin de recomponer las piezas del puzle de una ciudad manga por hombro por un cúmulo de circunstancias que tienen responsables comiendo pipas en este momento del “peliculón”. Empezó por remodelar su equipo y, aunque en el camino se quedaron tres concejales rebotados por la ausencia de diálogo, su finalidad no es otra que liderar las conversaciones con los de Juanma Moreno y Juan Marín, o viceversa, con el fin de que lleguen a Linares las inversiones necesarias para atraer a empresas al que siempre fue el pulmón industrial de la provincia. Por cierto, sirva como paréntesis que fue acertada la decisión de los tres ediles de CILU de rechazar la retribución municipal en un momento de controversia social manifestada con protestas en la calle. También es verdad que todos esperaban otra salida, la de Ángeles Isac, por aquello que escribió en las redes sociales tras la visita del presidente de la Junta de Andalucía a la inauguración del remozado Ayuntamiento. Sin embargo, no le queda otra al Partido Popular que correr las cortinas y seguir el camino emprendido al comienzo del mandato, una cuestión en la que los socialistas tampoco están preparados para entrar, porque no está el “patio” para mociones de censura cuando hay falta de liderazgo. Es el momento de arrimar el hombro. Lo dicen todos. Tiene que ser verdad.

Complicada situación del Partido Popular en Úbeda

Complicada está la situación interna del Partido Popular en Úbeda, donde los dimes y diretes entre la dirección, presidida por Gerardo Ruiz del Moral, y los restantes cuatro concejales en el Ayuntamiento se escenifican de manera clara con peticiones de expulsión al que fue secretario local, Miguel Ángel Higueras. Si no deja su acta de edil, conseguida con pleno derecho, la junta directiva pide al portavoz que lo expulse de manera inmediata del grupo municipal para que pase a formar parte del grupo de no adscritos, es decir, siguiendo como miembro de la Corporación en la oposición pero sin estar bajo las siglas del PP. Respecto a los otros tres concejales considerados también críticos, se les insta a “reconducir su actitud y reconsiderar su posicionamiento de deslealtad” si quieren seguir formando parte del grupo municipal. La dirección provincial intenta tomar las riendas de una crítica situación, con una división interna que complica la carrera electoral en la ciudad Patrimonio de la Humanidad. Sin embargo, los concejales se muestran dispuestos a dar la batalla en una “guerra” que tiene partida en dos la principal fuerza política de la oposición. Muestran abiertamente su respaldo a Miguel Ángel Higueras.

EN CORTO

¿Qué pasa con el Plan Colce?

El Plan Colce es el proyecto que tiene el Ministerio de Defensa para concentrar en tres las bases logísticas del Ejército de Tierra. Se trata de un proyecto que estaba guardado en el cajón y que, curiosamente, fue Jaén, con María Cantos a la cabeza, quien lo sacó a la luz. A partir de ahí muchas ciudades de España se apuntaron al carro, porque tener en una provincia una infraestructura de estas características es la solución a los problemas laborales. Oficialmente, el Gobierno dice que el proyecto se encuentra en fase de valoración de las candidaturas, pero extraoficialmente todos dan por hecho que Jaén es la mejor posicionada para ser la sede de una de las bases logísticas del Ejército de Tierra. No será fácil el camino, pero ya hay mucho terreno andado.