Fichaje número 5

El abogado Vicente Oya formará parte de la candidatura con la que Agustín González se presenta a la Alcaldía de la capital, un compromiso que adquiere para devolver a Jaén lo que le ha dado

14 mar 2023 / 11:55 H.

Será uno de los fichajes más sorprendentes de la candidatura con la que el Partido Popular se presenta a la Alcaldía de Jaén. Es un profesional del Derecho con reconocida trayectoria, procede de la sociedad civil jiennense, está enraizado en la capital en la que nació y creció, implicado en la solución de los problemas de la gente, alejado del foco mediático de la política y, a partir de ahora, en el centro de todas las miradas. Vicente Oya Amate (Jaén, 1981) cambiará la toga por el acta de concejal en el Ayuntamiento de Jaén a partir del próximo 28 de mayo. Lo que nadie puede saber en este preciso momento es si estará en la oposición o en el gobierno. La incógnita se resolverá cuando los ciudadanos depositen su voto en las urnas y cuadren las cuentas en el salón de plenos municipal. Lo que sí está ya dilucidado es que el abogado ocupará el puesto número cinco de la lista confeccionada por Agustín González Romo.

El candidato a la Alcaldía ni confirma ni desmiente. Se limita al silencio cuando se le pregunta por el quién es quién de esa fotografía de familia en la que los únicos confirmados son los tres primeros puestos. El protagonista irá acompañado por su presidente provincial, el incombustible Erik Domínguez, y su mano derecha, Mónica Moreno. La duda está en el número cuatro, que lo único que trasciende es que será mujer, porque se presupone que los géneros, el masculino y el femenino, irán como los donuts, de dos en dos. Sin embargo, el quinto puesto sí está confirmado por el propio autor de los hechos, permítanme la ironía. El letrado, en un alarde de inocencia política, dice “sí” a la pregunta y se tira de cabeza a la piscina de lo público para remar por un futuro de su ciudad.

Vicente Oya Amate (Jaén, 1961) sigue los pasos de su padre, concejal durante veinte años en el Ayuntamiento de la capital, con Alfonso Sánchez Herrera primero y, después, con Miguel Sánchez de Alcázar como alcaldes. Del Partido Popular de toda la vida, con carné de afiliación, hizo sus pinitos en la política cuando todavía no había terminado la carrera de Derecho. Por aquello de cuadrar las candidaturas, fue número dos en la candidatura que encabezó Juan Ramírez en Cambil y debutó como edil durante cuatro interesantes años. Apenas tenía veintitrés años. Lo suyo, no obstante, es la Abogacía, otra forma de ejercicio público en la que lleva más de dos décadas de actividad colegial y de éxitos. Si por algo es conocido en la sociedad jiennense es por su etapa al frente del Colegio de Abogados durante ocho años, una apuesta que compaginó con su despacho privado en el que continúa y donde tiene garantizado el relevo generacional, algo impropio de los tiempos que corren. Su trayectoria en la carrera judicial está plagada de responsabilidades como lo que significa formar parte del Consejo General de la Abogacía Española, el Consejo Andaluz de Colegios de Abogados, el Consejo Consultivo de Andalucía, de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Granada y, entre otros compromisos más, miembro del Tribunal Administrativo del Deporte de Andalucía, en el que sólo hay once andaluces.

Vicente Oya asegura que afronta su decisión con ilusión. “Creo que es el momento de devolver a Jaén parte de lo que me ha dado”, subraya. Convencido del proyecto con el que se presenta Agustín González a la Alcaldía de Jaén, su intención no es otra que arrimar el hombro, aportar experiencia, dejar la crítica aparte y pasar a la acción constructiva en una ciudad en la que tiene sus raíces y donde quiere que sus tres hijos continúen. No hay más vuelta de hoja.

Fichaje número 5

Se va el alcalde de Escañuela, uno de los más veteranos de la provincia

Estas serán las elecciones municipales de la continuidad para el Partido Socialista de la provincia, el que inundó de rojo el mapa hace cuatro años. La pandemia causó dos años de parón en la gestión de los ayuntamientos, un periodo que hará que muchos alcaldes que tenían pensado dejar el bastón de mando en manos de sus compañeros, siempre con el beneplácito de los votantes, repitan como candidatos en sus respectivas alcaldías. Sin embargo, hay algunos que tiran la toalla, que se apartan de lo público y dejan el testigo en buenas manos a partir del 28 de mayo. El caso más llamativo está en Escañuela, donde hay quienes nacieron con Francisco Javier Sabalete como alcalde y, hoy en día, están hasta colocados en sus respectivos puestos de trabajo. Fue elegido por primera vez en las urnas en 1995 y, desde entonces, acumula una mayoría absoluta tras otra. Es más, hay legislaturas en las que no tuvo ni siquiera oposición. Maestro de profesión, hasta en la escuela le buscan sus vecinos cuando tienen un problema, un ejemplo de alcalde al servicio de la ciudadanía que dejará el testigo a la actual concejala Ana Fernández. También se va el dirigente de Cazorla, José Antonio Rodríguez, y está en duda el de Santiago-Pontones, Pascual González.

EN CORTO. La esperada llamada del Ayuntamiento

Ocurrió de forma inesperada, por supuesto, el accidente del cementerio de San Fernando, en el que una pareja vio cómo el suelo se hundía ante sus pies mientras asistía al enterramiento de un familiar. La mujer lleva diez días ingresada en el hospital, a la espera de que se reduzca la infección para la intervención quirúrgica que necesita la rotura de la tibia y del peroné. El hombre se encuentra de baja, aunque con lesiones leves. Contaron su testimonio a través de las páginas de este periódico y aprovecharon para lamentar que nadie del Ayuntamiento se hubiera puesto en contacto con ellos. Sin embargo, el mismo sábado en el que fue publicado el reportaje recibieron la llamada del concejal de Urbanismo para hacerse cargo de la situación. Bien está lo que bien acaba.