¿Está el pescado vendido?

El Partido Socialista tiene claro que repetirá Felipe Sicilia como candidato al Congreso y Micaela Navarro en el Senado. Sin embargo, en el Partido Popular hay rifirrafe por los cabezas de lista

30 sep 2019 / 21:08 H.

No está todo el pescado vendido en lo referente a un bipartidismo que vuelve a estar de moda. Las elecciones generales del próximo 10 de noviembre, por obra y gracia de la falta de costumbre para el diálogo, reavivan las ascuas del fuego que ocasionaron las anteriores en la confección de las necesarias candidaturas por la provincia de Jaén. No es el caso del Partido Socialista, donde Felipe Sicilia repite como cabeza de lista al Congreso de los Diputados y Micaela Navarro por el Senado. Aquí paz y, después, gloria. Las aguas bajan tranquilas en una fuerza política con otros problemas mayores de entendimiento entre direcciones a los que la jiennense no puede ser ajena. El pescado, en este caso, sí está vendido. Solo colea el resultado de una cita con las urnas en las que, contra todo pronóstico, la abstención jugará en su contra y que deparará, como siempre, sorpresas. Ni que decir tiene que Felipe Sicilia, hombre fuerte de Pedro Sánchez, acaparará más protagonismo, si cabe, a tenor del pronunciamiento ciudadano en unos comicios que ahondan en el hastío. Donde no está el pescado vendido es en la parte contraria. ¿Quiénes encabezarán las candidaturas del Partido Popular de Jaén?

La respuesta es una incógnita que genera su controversia en una agrupación que no tiene el horno para muchos bollos. Hubo una comparecencia de prensa, el jueves pasado, en la que, felices y contentos, el senador Javier Márquez, la diputada María Luisa del Moral y el presidente provincial, Juan Diego Requena, hicieron balance de la corta e intensa legislatura. Fue ella, precisamente, quien anunció a los medios de comunicación que el líder nacional, Pablo Casado, tiene dadas órdenes expresas para que repitan los número uno que se presentaron en las listas que concurrieron el 28 de abril. Su homólogo en la cámara alta asintió con la cabeza y, antes dar por zanjada la rueda de prensa, el santistebeño no tuvo más remedio que intervenir para pedir prudencia. Otra vez se escenificó una división interna que niegan como San Pedro, pero que resulta más que evidente cada vez que la ocasión lo merece. Por un lado, unos dicen que la decisión está tomada, que María Luisa del Moral continuará en el Congreso y Javier Márquez en el Senado... Y otros aseguran que Pablo Casado quiere contar con todos, lo que no significa que repitan los de antes. Son los mismos que aclaran que hasta el día 7 de octubre hay tiempo para decidir qué quiere ser cada uno cuando sea mayor. Es decir. No está el pescado vendido.

El caso es que cunde el nerviosismo, porque aunque la regla general es que las elecciones del 10 de noviembre sean más de lo mismo, siempre habrá excepciones. Hay que tener en cuenta que, en medio, hubo otros comicios, los municipales, y que los resultados debilitaron a unos y fortalecieron a otros. También hubo quienes, después de quedar descolgados del panorama político, se engancharon en puestos de confianza que ahora resulta complicado soltar. Y, en medio, está la potestad que tiene todo presidente a manifestar su intención de encabezar una candidatura. He ahí el “quid” de la cuestión. Entre bambalinas se mueve la posibilidad de que Juan Diego Requena intente dar un paso adelante para concurrir en alguna de las listas. Lo más acorde con la realidad es que, si eso ocurre, sea al Senado, porque el Congreso de los Diputados genera incompatibilidades de cargos a los que, seguramente, no está dispuesto a renunciar. Hasta el rabo, todo es toro, símil taurino aplicable perfectamente a la política que viene a referir que hay tiempo, todavía, para que cada uno juegue sus cartas y que, como siempre, gane el mejor... O el que mejor esté visto en Madrid.