El último movimiento

Costó cuadrar los nombres y apellidos de las diez delegaciones territoriales que conforman el equipo de Juanma Moreno en Jaén, liderado por Jesús Estrella así cayeran chuzos de punta. La consigna de Sevilla era la máxima continuidad en una legislatura en la que lo que busca el presidente es hacer honor al refrán de “Virgencita que me quede como estoy” y, aunque hubo intentos por realizar los cambios mínimos, al final sólo tres del anterior mandato repiten. No era fácil huir de la revolución cuando se daba por sentado que quienes se sentaron antes al lado de Juan Marín, de Ciudadanos para más señas, no estaban llamados a ocupar el mismo lugar con el Partido Popular y, como siempre hay excepciones que confirman la regla, se salió del guion el delegado de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, Francisco Joaquín Martínez, pendiente de afiliación de cualquier fuerza política que se precie y, por cierto, aspirante a salir de la Junta de Andalucía cuando llegue el momento de elaborar la candidatura a la Alcaldía de Jaén. Al tiempo. El caso es que se sucedieron los movimientos para la configuración del equipo y el último tuvo que ver con el alcalde de Bailén, Luis Mariano Camacho.

Estaba entre el público, de pie, con su sonrisa impecable inmortalizando el momento de la toma de posesión de los delegados territoriales en un escenario en el que todos daban por hecho que él estaría hasta unas horas antes del martes anterior al Consejo de Gobierno. ¿Qué pasó? ¿Por qué se descolgó del cartel? La dirección provincial del Partido Popular, liderada por Erik Domínguez, otorgó al dirigente municipal carta blanca para elegir el lugar que quiere ocupar en el mandato de la mayoría absoluta y él, que en las fiestas de la Batalla de Bailén se despidió de sus vecinos con la elegancia que le caracteriza, se postuló para entrar en el equipo de Gobierno de Jesús Estrella, bendecido por todos, como no podía ser de otra manera. Estaba llamado a ser delegado territorial de Turismo, Cultura y Deporte, pero la estrategia diseñada con vistas a las elecciones municipales, donde se eligen a los alcaldes y al presidente de la Diputación Provincial, hizo que fijara la mirada con luces largas. La llegada de Elena González a Salud y Consumo y la inclusión de Miguel Contreras en Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda provocó la revolución cuando el árbitro estaba a punto de pitar el final del partido. Él es el actual portavoz de la Administración provincial y ella estaba llamada a serlo en el hipotético caso de que el Partido Popular consiga la alternancia después de cuatro décadas de socialismo. Luis Mariano Camacho, con el beneplácito de su “jefe” y, sin embargo, amigo, decidió esperar a que sonara la flauta y, antes de que el sol se escondiera, se cayó del plantel de delegados. Salvo que cambie mucho la “cosa”, el alcalde de Bailén acompañará al presidente de su partido en el equipo que peleará por conquistar la Diputación. Ahí estará su sitio mientras “otros” hacen carrera en otros, valga la redundancia. La sorpresa fue mayúscula con la elección del empresario José Ayala al frente de Turismo, Cultura y Deporte, donde verá los toros mucho más cerca que cuando estaba en la barrera de la reivindicación.

Más detalles. Lo de Javier Calvente, el hombre de confianza de antes y ahora, merece un capítulo aparte por aquello de su trayectoria, municipalista y orgánica. “A la gata le guardan boquerones”, dicen sus detractores. Sus seguidores, que los tiene, ven de justicia el nombramiento después de estar siempre al pie del cañón del Partido Popular, así caigan rayos y truenos en la sede de la calle San Clemente. Por lo demás, un guiño a Arquillos con Francisco José Solano en Desarrollo Educativo, Formación Profesional, Universidad e Innovación, a Linares, con Ángela Hidalgo en Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad y a la capital con Javier Carazo en Justicia, Administración Local y Función Pública. Empieza el nuevo curso.

Terminada la estructura de la Administración periférica, aquella que llevó a la confección del equipo de los diez delegados territoriales más uno, empieza la maquinaria para poner nombres y apellidos a los número uno de las candidaturas que los partidos políticos presentarán a las elecciones municipales. En la capital ya se saben, oficial o extraoficialmente, quiénes serán los principales “espadas” de las fuerzas políticas que se presume que tendrán representación municipal, pero la gran incógnita está, ahora, en saber qué pasará en la segunda ciudad en número de población. Se trata de Linares. Nadie da por hecho que, en el caso del Partido Socialista, sea Javier Perales el aspirante a la continuidad al frente del Ayuntamiento de Jaén y, aunque ella niega la mayor, la exdelegada del Gobierno andaluz en Jaén Ana Cobo sigue sonando en la trastienda de la política. ¿Qué pasará en el Partido Popular? La solución no está, por supuesto, en los resultados de una encuesta, sino en sopesar los pros y los contras y pensar, de verdad, en qué será mejor para los linarenses. Alejado el “run-run” de que el cabeza de lista fuese Raúl Caro-Accino, la posibilidad sigue sobre la mesa, más después de su presencia en la toma de posesión de los delegados.

José María Álvarez Barrientos, exconcejal de Deportes en el Ayuntamiento de Jaén, fue el número 11 en la candidatura con la que el Partido Popular se presentó a las últimas elecciones municipales. Se quedó fuera de juego y, en la recta final del mandato, tiene todas las papeletas para entrar de nuevo en el salón de plenos, en este caso en la oposición. El nombramiento de Javier Carazo como delegado territorial de Justicia hará que corra la lista. Está Ana González delante, pero todos dan por hecho que ella ocupará algún otro cargo en la Administración andaluza y, en este sentido, “Chema” para los amigos regresará a un sitio en el que seguro que se sentirá como en casa. Serán pocos meses, pero los suficientes para el entrenamiento de lo que tiene que llegar.