El toro por los cuernos
Pocos apostaban por la continuidad de Manuel Carlos Vallejo en el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Jaén y, sin embargo, decide coger la sartén por el mango y mirar adelante con fuerza
Es profesor en la Universidad de Jaén y, hasta hace poco más de un parto, su vida laboral se reducía a dar clases a sus alumnos en las horas determinadas, con fines de semana libres, vacaciones merecidas y tiempo para la desconexión. Su vida cambió cuando, en el 28 de mayo, concurrió como candidato por Jaén Merece Más a la Alcaldía de la capital y, desde aquel día que selló un pacto con el Partido Popular para entrar en el equipo de Gobierno, son más los que opinan que pronto hará “mutis por el foro” que los que piensan que aguantará la legislatura completa. Hay quienes aseguraban que no llegaría a Navidad en el cargo y, sin embargo, sorprende que Manuel Carlos Vallejo continúe al pie del cañón con un perfil mucho más político que sus dos compañeros de viaje: María Espejo y Luis García. Metido de lleno en la vorágine municipal, es consciente del lugar que ocupa y, aunque tuvo su flirteo político con el Partido Socialista, hasta la presente está convencido de que el camino elegido fue el mejor y que, ahora más que nunca, tanto él como quienes le acompañan en esta aventura están obligados a centrarse en el cumplimiento de los compromisos adquiridos con la ciudadanía en un documento, firmado ante notario, con 100 medidas, más una, en las que las administraciones tienen que arrimar el hombro.
Lo único que le saca de quicio es que su partido elija una dirección contraria y a sus espaldas cuando la polémica está encima de la mesa. El descompás del baile poco beneficia a quienes están en el centro del escenario y dan juego mediático entre tanto político descafeinado. Por lo demás, miel sobre hojuelas. Su enemigo, después del guiño del principal partido de la oposición, está enfrente. Esta semana emitió un comunicado, a modo de reflexión, en el que pone los puntos sobre las “íes” y deja claras sus intenciones desde el pedestal en el que se encuentra. Defensor de la política anti tierra quemada, arremete contra quienes están en contra de que unas siglas continúen los proyectos impulsados por otras. Textualmente dice: “Esa es la actitud que debiera existir cuando se produce un cambio de Gobierno y no dejar en el cajón o echar por tierra proyectos ya iniciados en anteriores legislaturas porque lo que prima no es quien se pone la medalla, sino el beneficio que produce a la ciudad y a sus ciudadanos”. La interpretación intencionada de “vivir de las rentas” no significa más que hacer que la rueda dé vueltas y más vueltas para demostrar la eficacia de la continuidad. Está recogido entre las medidas 62 y 75: aparcamientos disuasorios, el paraje de los Cañones, el vial de conexión a la Institución Ferial o la reactivación patrimonial y cultural del centro histórico con proyectos como la Caja de Música, la Iglesia de San Miguel o la Plaza de Santiago. “Que se dejen de hablar de rentas y ponerse medallas de aquellos proyectos que no fueron capaces de hacer o finalizar”, añade con firmeza. El caso es que la ciudad y sus ciudadanos no pierdan oportunidades, en forma de proyectos e inversiones, por culpa del “tú más”. No está el horno para bollos cuando falta un plato de lentejas que llevarse a la boca.
El derecho al pataleo, después de las gestiones que no llegaron a buen puerto, hace que Jaén Merece Más pase del amor al odio con el Partido Socialista, fuerza política con la que intentó forzar el divorcio con su pareja actual. No deja títere con cabeza Manuel Carlos Vallejo en una reflexión que pasó desapercibida en un viernes de dolores para muchos: “El PSOE ha demostrado que no son precisamente buenos gestores y no fueron capaces en sus cuatro años de gobierno de llevar a buen término proyectos financiados por fondos Edusi. No está legitimado para dar lecciones y menos para ponerse medallas”. Arremete, incluso, contra el líder, Francisco Reyes, de quien dice que prefiere que los proyectos que puedan tener continuidad se queden guardados en el cajón. Habrá que ver si, en un futuro muy presente, donde dije digo...
Polémica zanjada: el espacio estaba reservado desde el mes de febrero
La polémica está servida en bandeja y, aunque el descontento es un secreto a voces, hay quienes aprecian detrás mano política para arremeter contra el Ayuntamiento de Jaén. El caso es que colectivos de lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales y Feministas 8M Jaén lamentaron la semana pasada la decisión municipal de cancelar una actividad prevista para el jueves dentro de los actos conocidos como “Pariendo Orgullo”. De esta forma, las plataformas y asociaciones Somos de Colores, AASA, Asociación Cultural de Acción Social y Arte Chrysallis Andalucía y la Federación Arco Iris Geente LGTBIQA+ Jaén mostraron su desacuerdo en un comunicado conjunto con la negativa del equipo de Gobierno. ¿Cuál fue el motivo? El Ayuntamiento envió a los medios de comunicación, a posteriori, los documentos que acreditan que, desde febrero, estaba reservada la calle Roldán y Marín para un mercadillo medieval enmarcado en la Feria de la Virgen de la Capilla. Mientras la Asamblea de mujeres Feministas 8M Jaén denuncia la “fundamental falta de respeto y las trabas por parte del equipo de Gobierno”, desde Alcaldía aseguran que la negativa está fundamentada en la ocupación de un espacio público.
EN CORTO. Mensajes por escrito que los carga el diablo
Las viejas glorias de la política, aquellas que se convirtieron en verdaderas maestras para las nuevas generaciones, en masculino y en femenino, siempre dijeron que los asuntos delicados había que hablarlos a la cara o, a lo sumo, por teléfono, pero nunca por mensajería para que no quedara constancia por escrito de esas palabras que es mejor que se las lleve el viento. Sirva de preámbulo la parrafada para introducir lo ocurrido esta semana con el alcalde de Bailén, Luis Mariano Camacho, quien usó un lenguaje poco apropiado para calificar al alumnado cuando calor más aprieta en las aulas. No queda más remedio que aprender de los antecesores en esto de lo público porque hay armas que las carga el propio diablo.