El fruto de la negociación

No fue fácil confeccionar la candidatura de Auxiliadora del Olmo a la Alcaldía de Linares, con la incorporación del Partido Popular del excalcalde de Ciudadanos, Raúl Caro-Accino... Un parto

06 feb 2023 / 17:38 H.

No tuvo prisa el Partido Popular en deshojar la margarita del candidato a la Alcaldía de Jaén, aun cuando el grado de conocimiento de Agustín González no está como para tirar cohetes, lo mismo que tampoco demostró velocidad con la aspirante al bastón de mando en el Ayuntamiento de Linares. Son las dos principales “plazas” en las que la “ola azul” tendrá que demostrar si la musculatura de las autonómicas sigue en perfecta forma a tan sólo tres meses de unas elecciones municipales que, cuanto menos, estarán entretenidas. Uno de los principales bastiones socialistas de la provincia vive en una montaña rusa, en términos políticos, desde que la batalla entre Juan Fernández y sus propias siglas se librara en los tribunales y dejara divididos a los linarenses, con el corazón “partío”, como la canción, y con un salón de plenos parecido al camarote de los Hermanos Marx. Tienen que volver las aguas al cauce, no cabe otra. Es la única manera de que la Ciudad de las Minas vuelva a ser lo que era y lo que nunca debió dejar de ser.

Decía un dirigente venido a menos que la política es el arte de hacer posible lo imposible y, empeñados en usar esta arma para hacer malabares con el presente y el futuro de Linares, las elecciones municipales se presentan como una oportunidad para cambiar el rumbo de los acontecimientos y enderezar un barco que, con tanto oleaje, se encuentra a la deriva. Ya se sabe que la apuesta del Partido Socialista es continuar con el bastón de mando en la mano de Javier Perales, y aquí paz y después gloria. Esa fue, precisamente, la finalidad de la moción de censura, coger carrerilla y llegar a las urnas con el olivar labrado. El Partido Popular, lejos de arrojar la toalla en mitad del campo de batalla, hace de la necesidad virtud y, a fuerza de negociación, consigue el propósito de presentar a alguien de los suyos, mujer para más señas, además de incorporar a un gestor que tiene la experiencia de haber sido alcalde durante tres duros años. Raúl Caro-Accino regresa al panorama municipal como número dos reconvertido a unas siglas a las que se aferra con la misma fe de otros compañeros de Ciudadanos en otros municipios de la provincia, con ejemplos como Aldeaquemada o Cárcheles. Afiliado a la fuerza política de Juanma Moreno, nadie duda de que cede la primera fila a una linarense abanderada del diálogo y el trabajo callado con la sabiduría de que estar más detrás que delante tendrá su recompensa.

¿Quién es la numero uno? Se llama Auxiliadora del Olmo, es más de Linares que las minas y pronto cumplirá 57 años. Filóloga de estudios y docente de profesión, pertenece al Partido Popular desde los veinte años y fue fichada por Ángeles Isac, en 2012, para dar mayor participación a las mujeres en el seno interno de esta opción política. Ahí empezó una actividad de vértigo en la que nunca tuvo más aspiraciones que trabajar por su tierra. Fue en 2015 cuando su nombre apareció en el número tres de la entonces candidata a la Alcaldía y se estrenó como concejala en el Ayuntamiento de su ciudad. Cuatro años en la oposición y, en la siguiente legislatura, entró por los “pelos” en el salón de plenos, donde pasó por sus manos Participación Ciudadana, Festejos e, incluso, Bienestar Social. Ahí empezó realmente su relación, siempre cordial, con el exalcalde Raúl Caro-Accino, ahora compañero de campaña. Las vueltas que da la vida. El caso es que nunca dejó de dar clases de Lengua y Literatura, nunca cobró de las arcas municipales y tampoco dejó su acta cuando, en las últimas elecciones autonómicas, fue llamada a filas para ser parlamentaria. Ilusionada, agradecida a su partido y responsable con la que se le viene encima, aspira a ser la primera alcaldesa de Linares. Ahí es nada.

El fruto de la negociación

Suenan tambores electorales en la Universidad antes de la primavera

No es política lo que sucede en la Universidad o, al menos, no debe serlo, pero lo cierto es que lo que ocurre cada vez que toca renovación en el Rectorado se asemeja a lo que sucede en unas elecciones, municipales, autonómicas o generales, es decir, cualquier cita que huela a urnas. La maquinaria está en marcha en el Campus de las Lagunillas en el proceso de sustitución de Juan Gómez y suenan tambores de adelanto, que hacen que los candidatos afinen el lápiz con vistas a convencer a su particular “electorado” de cuál es la mejor opción. Las fuentes consultadas aseguran que al rector le quedan pocos días al mando de la institución académica y que tiene previsto convocar las elecciones antes de tiempo. El primero en postularse públicamente fue el exgerente de la Universidad, Nicolás Ruiz Reyes, catedrático de Ingeniería de Telecomunicación. Otro candidato es el actual vicerrector de Estrategia y Gestión de Cambio, Juan Manuel Rosas Santos, profesor del Área de Psicología y artífice junto a Juan Gómez del diseño de la futura Universidad de Jaén. Más nombres: Adoración Mozas Moral, del departamento de Organización de Empresas; Ignacio Benítez Ortúzar, del área de Derecho Penal, y Encarnación Medina Arjona, de Lenguas y Culturas Mediterráneas. Suena también Yolanda de la Fuente. Divertido.

EN CORTO. La cita del candidato del PP a la Alcaldía de Jaén, el viernes

No hay candidato oficial a la Alcaldía de Jaén hasta que no haya una presentación oficial por todo lo alto. La tuvo el aspirante al bastón de mando por el Partido Socialista, Julio Millán, en la Novena del Hotel Condestable y, ahora, el del Partido Popular, Agustín González, prepara la suya para el próximo viernes. Será, a las siete de la tarde, en la Institución Ferial, donde se espera una importante afluencia tanto de militantes como de representantes de la sociedad jiennense. Todo está en marcha para la cuenta atrás de unas elecciones municipales en las que las encuestas pronostican viento a favor para la fuerza política que lidera Juanma Moreno en Andalucía, aunque con la fragmentación consabida que obligará a pactos que ahora parecen imposibles.