Conviene recordar

Terminadas las Pascuas, que siempre son hasta San Antón, se retoma la actividad política en un tablero provincial en el que Jaén Merece Más tiene grandes asignaturas y mucho por jugar

21 ene 2025 / 08:00 H.

Hasta San Antón, Pascuas son. Terminó la fiesta y, ahora, no queda otra alternativa que retomar la actividad diaria con la mirada puesta en Jaén, una provincia que quiere y, sin embargo, nunca puede. Es como la mujer que se compra unos pendientes de hojalata porque el dinero no le da para el oro y, de cara a la galería, aparenta lo que no es. Llega el momento de arrimar el hombro, barrer para casa y, entre todos los partidos políticos, conseguir las inversiones necesarias para la vertebración territorial, la igualdad, la convergencia y, en resumen, todos los sustantivos que faltan en una tierra con sobrados motivos para aspirar a conseguir estar donde tiene que estar. Es la única manera de que los jiennenses, cuando haya convocatoria electoral, acudan a las urnas convencidos de que sus papeletas son la única herramienta democrática para cambiar el rumbo.

Jaén Merece Más tiene mucho que decir en un panorama que simula a una casa en cimientos. Se trata de un movimiento que nació como plataforma ciudadana y que, con un golpe de suerte y algo de perspicacia, supo aprovechar el descontento que dejó la candidatura fallida del Plan Colce (Plan de Concentración de los. Órganos Logísticos Centrales del Ejército). Por el buen camino iban aquellas manifestaciones respaldadas por los jiennenses, poco acostumbrados a salir a la calle. Sus representantes, hoy unos cuantos fuera de juego, marcaron un antes y un después en el ámbito de la movilización social y afloró un inconformismo inédito y un “basta ya” atisbado sólo en aquellas protestas contra la reforma agraria del siglo pasado. Hubo quienes pensaron que había que poner en valor el resultado de la estrategia social con la conversión del colectivo en un partido político que hay que reconocer que revolucionó el tablero. La primera prueba de fuego fueron las elecciones autonómicas en las que, sin embargo, los jiennenses no respaldaron lo suficientemente a Jaén Merece Más como para conseguir el escaño parlamentario con el que soñaban sus aspirantes. Falló la maniobra, quizás por la inexperiencia, quizás por una poco acertada elección de los nombres y apellidos de su candidatura, quizás por un exceso de protagonismo... El caso es que dudaron sus responsables en optar a la siguiente convocatoria, las municipales, por aquello de formar parte de un Ayuntamiento endeudado hasta las trancas en el que resulta misión imposible conseguir inversiones para el territorio. Sin embargo, después de dimes y diretes, ganaron quienes tenían claro que la partida del 28 de mayo de 2023 había que jugarla y el resultado fue el logro de la llave de la gobernabilidad en Jaén, Santiago-Pontones, Baeza y Santisteban del Puerto. Es decir, doce concejales, un 12,71% de representación municipal, una Alcaldía y gobiernos compartidos en tres corporaciones.

Triunfaron los pactos con el Partido Popular y, al año y medio, se acabó el amor en la capital. De nada sirvió un acuerdo firmado ante notario con 101 medidas ni las promesas que se esfumaron como el humo de un cigarro y, aunque las interpretaciones son tan variadas por las voces que hablan de ellas, lo cierto es que el Partido Socialista hizo lo que estaba en su mano para conseguir recuperar la Alcaldía de Jaén. Jaén Merece Más tiene, ahora, un papel complicado, porque está obligado a lidiar con unos y con otros y, a la vez, debe ser consciente de que tiene la sartén por el mango. Ya no es una amenaza la ruptura en la capital, sino una realidad como la belleza de la Catedral de la mismísima Plaza de Santa María. Baeza, Santiago-Pontones y Santisteban del Puerto pueden llegar a convertirse en el mejor instrumento para lograr más cariño institucional del demostrado hasta ahora. Ese es el objetivo que nadie debería eclipsar.

Conviene recordar

No estará Juan Francisco Serrano en la dirección del PSOE regional

La vida da tantas vueltas que, sobre todo en política, lo que hoy puede ser una noticia mañana es otra totalmente distinta. Por eso es importante fijar la fotografía del momento y, después, contar las buenas o malas historias que se sucedan en el devenir de tan cambiantes tiempos. El caso es que, hoy por hoy, cuando el Partido Socialista diseña su futuro a corto y medio plazo en Andalucía, el bedmarense Juan Francisco Serrano continuará su quehacer en Madrid. Por más que haya muchas miradas que sitúen su presencia en Sevilla, como mano derecha de María Jesús Montero, el diputado nacional pretende dar continuidad a su carrera política como secretario adjunto a la Secretaría de Organización, la que dirige Santos Cerdá. Está bien situado, tiene mucha tarea por delante en las responsabilidades gubernamentales y, en este instante en el que los socialistas tienen un gran reto en la comunidad más poblada de España, no hay que tentar a la suerte. También se puede hacer mucho desde Ferraz por San Vicente. Por otra parte, hay otra jiennense, situada al lado de Juan Espadas, pendiente de lo que pueda pasar. Hay voces que dicen que tendrá un buen lugar en el nuevo organigrama, porque un perfil como el de ella importa.

EN CORTO. Políticos con excelente marca en “San Antón”

Puede presumir el Partido Popular de Jaén de estar en forma. Sus máximos representantes en la provincia no sólo terminaron la Carrera Popular Urbana Noche de San Antón, sino que también la corrieron con un buen resultado. El primero en el ranking, con treinta y seis minutos y treinta y dos segundos, fue el delegado territorial de Desarrollo Educativo, Francisco José Solano. Cuarenta y un minutos y cuarenta y ocho segundos tardó el presidente provincial del Partido Popular, Erik Domínguez. Por último, cuarenta y seis y cincuenta y un segundos, el exalcalde Agustín González. El actual dirigente municipal, Julio Millán, a punto estuvo de animarse, pero la responsabilidad del cargo le hizo quedarse en la meta.