Conversación garantizada

No es una época propicia para ensalzar la política cuando las zambombas y las panderetas se convierten en el soniquete de fondo de esas reuniones familiares reducidas por una pandemia que tiene en vilo al mundo. Sin embargo, no hay fiesta que se precie sin que el asunto principal de conversación sean los tiras y aflojas que se suceden ante las acciones de los principales responsables de que la maquinaria electoral funcione. Hablar de todo cuanto sucede en el seno interno de los partidos y de las administraciones públicas, sobre todo las más cercanas, forma parte de la Navidad. El tema estrella de este diciembre de 2021 que está a punto de expirar fue y es, sin lugar a dudas, el adelanto de las elecciones autonómicas y, por supuesto, la gestión de un gobierno a dos bandas que quiere reeditar el modelo que provocó un vuelco histórico en los últimos comicios.

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, consigue en los últimos días un balón de oxígeno que hace que regrese el escenario del otoño de 2022 como posible fecha para desempolvar las urnas. Sirva de paréntesis que ahí se demostrará si el proyecto del Partido Popular es tan fuerte en la región más poblada de España como vaticinan las encuestas. Queda claro que Vox, cuando se trata de favorecer los intereses empresariales y profundizar en reformas que desregularizan la economía, está al pie del cañón. Las únicas derrotas serias con castigo directo para el Gobierno autonómico fueron los presupuestos para 2022 y la Ley del Suelo, con rectificaciones de por medio. Se trata de salvar el mandato con una hoja de ruta en la que impera la negociación y el diálogo para poder continuar, a trancas y barrancas, con decreto tras decreto.

Todas las provincias viven con expectación el ritmo que marca Andalucía para que un posible adelanto electoral no les pille con el pie cambiado. La conformación de nuevos partidos políticos está en marcha y el tiempo apremia cuando los candidatos a dejarlo todo si alguien le dice “ven” se encuentran inmersos en un mar de dudas. Si todo marcha conforme a lo previsto, habrá en las papeletas electorales más siglas para elegir que en el viejo y añorado escaparate de Furnieles. A los clásicos del bipartidismo y a los emergentes en tiempos pasados se unen, ahora, los nacidos bajo el paraguas de la España Vaciada con nombres como “Jaén Merece Más” o “Levanta Jaén”. Otros como “Siempre Jaén” o “Andaluces Levantaos” formarán parte del espectro electoral en una concurrida cita en la que la cuestión, en forma de éxito o fracaso, está en la participación. Están tan desencantados los ciudadanos con la clase política que ir a votar se convierte en una auténtica cuestión de fe, un sacrificio para el que no todo el mundo está preparado.

Por cierto, la convocatoria por sorpresa de elecciones en Castilla y León, que se interpretó en algunos mentideros como un mensaje de Génova para que Juanma Moreno adelantase en Andalucía, sirvió con el paso de los días para todo lo contrario en realidad: para despejar ruido. El presidente andaluz, apoyado en el líder de Ciudadanos, Juan Marín, trabaja de forma independiente y demuestra que tiene manos libres, después de afirmar con contundencia que la comunidad autónoma que dirige va a su propio ritmo y que los comicios andaluces no iban a coincidir con los castellanos, una vez sacado adelante el decisivo decreto-ley y obtener cierta paz parlamentaria, y de que la sexta ola del coronavirus, de la que su Gobierno debe ocuparse, haya venido también a ser un argumento a favor de esperar para disolver el Parlamento andaluz. Feliz Navidad.

Multicolor. Esa es la respuesta al titular de este recuadro. Pueden pasar muchas cosas de aquí hasta las próximas elecciones municipales, pero la realidad del momento empieza a posicionar a los cabezas de lista de los partidos políticos que se presentarán a la cita con las urnas. Por el Partido Socialista, que es el que gobierna actualmente, todo parece indicar que repetirá el actual alcalde, Julio Millán. En la fuerza política que respaldó su proyecto para arrebatar el poder al más votado, Ciudadanos, quieren que María Orozco sea la aspirante al bastón de mando. La “batalla” está en el Partido Popular, donde la búsqueda de un cabeza de lista que contente a todos hace que se dilate en el tiempo el “parto”. Hay tres nombres sobre la mesa de las direcciones regional y nacional, dos hombres y una mujer, y aunque está clara la balanza, ya se sabe que hasta el rabo, todo es toro. Por ahora impera el nombre de Agustín González, aunque en voz alta nadie quiera reconocerlo. Queda por ver qué pasará en Vox y en Unidas Podemos, porque lo que si está claro es que los tres ediles del grupo de los no adscritos, con María Cantos como número uno, se estrenarán con el nombre de “Siempre Jaén”, la reencarnación de “Jaeneros”.

El alcalde Begíjar, Diego Soriano, se quedará sin poder culminar los proyectos pendientes a los que aludió en un vídeo difundido a través de una nota de prensa por una forma de gobernar que dos partidos con ideas totalmente contradictorias pusieron en tela de julio. Cómo estará la situación en el Ayuntamiento para que la concejal de Izquierda Unida que apoya al Partido Popular se haya arriesgado a que la expulsen de su coalición con tal de forzar al alcalde a dejar su bastón de mando. Dicen los líderes de esta fuerza política de izquierdas que los estatutos marcan el camino, pero que ellos harían lo mismo en una situación parecida. El regalo de Reyes Magos será un nuevo dirigente municipal para los ciudadanos de este bello municipio jiennense.