Violencia, tolerancia cero

Defender la libertad de expresión no es pegar fuego a las calles y saquear tiendas >> Que este delito no merezca cárcel debe ser el debate, no que la democracia está en peligro porque lo digan quienes buscan mártires con los que confundirnos

21 feb 2021 / 16:15 H.

Ni el fin justifica los medios, nunca jamás, como acertadamente le dice el juez a los policías de la paliza en Linares y no hay nada, nunca jamás también, que justifique la violencia, a propósito de la entrada en prisión del rapero condenado por un tribunal de justicia. Es la actualidad puñetera y tremendamente negativa en estos días y caemos, cual riada mental, en un proceso alocado de noticias y titulares de un frente y de otro, que nos dejan, además de boquiabiertos, ciertamente desconcertados. Es por ello que debemos tener claras dos cuestiones al menos, además de que con la violencia, tolerancia cero: Una, que el cantante no puede ser considerado un mártir y dos, que si la libertad de expresión ha sido atacada con esta condena, como proclaman algunos, muchos nos preguntamos si realmente saben lo que es estar amordazados.

Este rapero origen de los disturbios callejeros, jaleados incluso institucionalmente, entra en prisión por una condena al cometer, según la Justicia española, reincidentes delitos de enaltecimiento del terrorismo. El debate es claro y no debe dejar opción a la duda: ¿Este delito merece cárcel? Me da a mí que no debería, pero no descentro el quid de la cuestión porque todo lo demás es jauría antisistema que necesitada de estímulos promueve mártires de su causa y parecen haberla encontrado, para desgracia de la alicaída democracia española, plena y auténtica, pero jamás tan vilipendiada como lo está siendo ahora. No hay más que ver las imágenes de televisión y los fotografías de los reporteros gráficos para cerciorarnos de que quienes están en las calles destrozando lo que encuentran a su paso no es otra cosa que vándalos expertos en vandalismo callejero. ¿Lucha de clases contra el capitalismo para defender los principios sagrados de nuestra Constitución? Desde luego que no, por favor. Cualquier periodista de provincias, como Jaén, objeto de sátiras sangrantes y ataques feroces en las redes sociales de esta gente, sí que se juega a diario su dignidad empoderando la democracia al ejercer con honor su libertad de expresión.