Pepe Lendínez, un lujo para Jaén

Cada día que pasa asume un nuevo desafío por su profesión y por la misma Jaén, aunque después de lo inaugurado en el Bulevar (un maravilloso centro de mayores) pocos retos, en apariencia, le pueden quedar, pero dada la condición de la persona y del personaje del que les hablo, todo queda en el aire. Y sin rodeos, porque sin pedir nunca perdón por tenerlo como amigo, es lo que mejor que le puede pasar a quienes nos sentimos jiennenses, Jaén gana cuando él abre la boca, Jaén se proyecta distinta cuando coloca a su colectivo al nivel que se merece. Esta sociedad no sería igual sin José Francisco Lendínez Cobo, presidente del Colegio de Enfermería desde 1994. Quienes le conocen y valoran saben de su bonhomia y determinación por la condición humana; cree en las personas y hace del corazón y la piel elemento fundamental de vida, algo que debería ser habitual pero, ya saben, a cainitas, pocos nos ganan. Inasequible al desaliento, él, hormiguita, labora y construye permanentemente puentes con los que seguir cimentando el Estado del Bienestar, versión jaenera, que tiene su mérito infinito porque, no es nuevo que lo escriba, a Jaén le está vedado desde hace lustros el porvenir que a otras provincias hermanas les cae del cielo gubernamental, casi sin abrir la boca. Es por todo ello por lo que con Pepe Lendínez hay que entregarse: Es una persona de fiar, siempre, en todo momento y en cualquier circunstancia. Está y no se esconde, se parte la cara por Jaén, hace y no deja de hacer cuando otros solo hablan, compromete su propia vida desde hace casi tres décadas al bienestar de sus enfermeras y enfermeros y lo que es más fundamental en los tiempos que vivimos, nunca jamás deja atrás su sonrisa entrañable y su carcajada franca y sana, tiene que suceder un cataclismo para que deje de besarte o abrazarte. Sus enemigos, que le honran como a cualquiera, quedan empequeñecidos hasta la bobería si echamos mano de un currículum inmaculado de este enfermero que nunca ejerció pero se merece un monumento porque no hay Colegio Oficial más profesional y humano que el suyo en todo el viejo Santo Reino.