Peñalver, pedaleando en gerundio

Es Manuel Peñalver García un tipo duro embutido en una coraza de cristal. Sin tener un alma especial con la que afrontar los días y las noches de una forma tan singularmente original nadie puede llegar donde él ha llegado, donde él navega, los mundos de la representatividad social con una sonrisa permanente y un pasado lleno de pruebas superadas. Seguramente que su etapa de ciclista fraguara en él una personalidad perseverante e inconformista, a buen seguro que pedaleando en gerundio haga presente permanente en su vida, de ahí que haya pocas personas en Jaén más transversales que él. Porque quién ha sido gobernador de la Cofradía más antigua de Jaén (Vera Cruz) y segundo de a bordo del equipo más representativo del Santo Reino (Real Jaén) o directivo de federaciones deportivas andaluzas, siempre por amor al arte, como también rescató del olvido, por corazón y piel, el bar señero de San Ildefonso en el que ahora triunfa Pedrito Sánchez. Todo ello, acontecido después de un transito singular que para él queda: Fue publicista de radio hace muchos años, el mejor escaparate para conocer el entramado económico de nuestra ciudad, se hizo empresario de todo lo que tuviera que ver con oficinas y ahora, ya en solitario, especializado en interiores y muebles funcionales para trabajar en los tiempos del siglo XXI que vivimos. No hay que esconder las piedras en el camino ni el compromiso político de este buen jaenero hecho a sí mismo, pero siempre pensando en los demás. Hace de la responsabilidad social corporativa como empresario ejercicio indiscutible de mano tendida o, lo que es lo mismo, una parte de los beneficios de su empresa los revierte en esponsorizar equipos de ciclismo, a la par que está atento a asociaciones de todo tipo y condición para darles aliento económico cuando lo necesitan. Peñalver tiene amigos, desparramados por media España, con parada y fonda en Bilbao o Málaga, aunque es en su Jaén donde hace de la normalidad esencia de su vida, sea comiéndose unos caracoles con su Maricarmen querida, sea paseando con su nieto Hugo en bomborombillos. Manolo, te queremos y lo sabes, no cambies nunca.