Negro sobre blanco: 30.000 millones

Un 2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) español durante 25 años, o sea, 30.000 millones de euros anuales, hasta 2050. La plataforma de partidos que conforman la España Vaciada, en la que se encuentra Jaén Merece Más, coloca sobre la mesa las necesidades económicas para que la veintena de provincias que se han quedado en el furgón de cola del tren del progreso y el desarrollo enmienden su situación económica y social. Lo han llamado Plan de Financiación Solidaria y ha sido presentado este semana en el Congreso de los Diputados, como contrarréplica a los “regalos” del Gobierno a Cataluña y a la propia financiación autonómica que ahora se cuestiona también por la inmensa mayoría de presidentes. Repito, 30.000 millones de euros en un cuarto de siglo, así que, dónde hay que firmar para que se acaba el lastre con las provincias hermanas. Almería, como un tiro comparado con nosotros, cuando a finales de los setenta íbamos de la mano en renta per cápita, está en la plataforma, al igual que León, Palencia, Salamanca o Valladolid, a tenor de las comunicaciones que nos llegan desde Madrid. Pero la cabeza visible de este movimiento es Teruel Existe, seguido de Soria Ya, Cuenca Ahora y Jaén Merece Más; ninguna con representación parlamentaria en el Congreso de los Diputados, tras perderla en Teruel lo que demuestra que el bipartidismo ha vuelto a los territorios con más debe gubernamental. La España Vaciada da datos abrumadores y sobrecogedores que certifican sangría humana: Solo el 48% de los nacidos en Soria viven ahora en la provincia; el 49% en Cuenca; el 50% en Teruel y en Jaén, el 60% sigue aquí, con un 40% lejos de sus raíces. Enfrente, la España rica de Valencia y Alicante, donde un 10% de los nacidos allí viven fuera o en Málaga, un 13,8%, en Barcelona, un 14% o en Madrid, un 16%. Y Jaén Merece Más abrocha nuestro desierto por boca de su líder Juan Manuel Camacho: “Jaén es la penúltima de toda España en inversiones y perderá hasta 100.000 habitantes más antes de 2050”. Y como no podía ser de otra forma, puso sobre la mesa la cobra del AVE.