Mortales pero creyentes y devotos

Entrega de fin de mes del “señor Jota”, coincidente con la celebración de la romería más antigua de España >> La Virgen de la Cabeza es consustancial a la historia del viejo Santo Reino >> Viva La Morenita

01 may 2023 / 07:47 H.

Nada como la portentosa contradicción para remar para donde nadie va y, por lo tanto, a contracorriente de la gente, que debiera ser filosofía de vida de cualquier ser humano que se tenga por curioso en los temas de andar por casa y por generoso en aquellos que tienen que ver con las cosas del alma. Es hoy un día grande para la comunidad cristiana, a la que se suma entusiasta el “señor Jota”, no reniega de sus raíces ni de su savia cristiana más paciente y disfrutona, pero a la par que aplaude y ensalza al pueblo que se encuentra con sus imágenes y su pasado, reniega que se conviertan en moneda de cambio para aspiraciones semidivinas y se refiere, sin requiebros, a las rogativas y a las procesiones extraordinarias que no vienen marcadas en el calendario íntimo de quienes viven y se desviven por su santo y su patrón, su Virgen pura.

Escribe estas líneas el “señor Jota” desde un púlpito de chaparros entrelazados y anclados a las rocas y rodeado de jaras y romeros, huele a tiempo seco y tierra árida, pero es Naturaleza en su más amplia acepción de la palabra, sin que se vea la mano del hombre en cientos de metros a la redonda. No hay mejor encuentro con la vida que ahorma nuestro interior que hacerlo alejados del mundanal ruido y de lo que ahora se llaman las autopistas de la información. Es como reencontrarse con uno mismo, que es cántico a la vida verdadera, la del campo, y que es un hervidero de sensaciones si se hace rodear de buena gente. Desde el silencio que se despierta ilusionado a cada instante por un colorín que revolotea queriendo descubrir el teclado del ordenador, un cervatillo a lo lejos que echa de menos a su madre o el bramido de un toro enamorado de la luna en el corazón la Sierra de Andújar, el “señor Jota” tiene la mirada puesta en el Cerro del Cabezo y ese sentimiento preñado de fervor y devoción es sagrado. No hay mejor forma de describir la propia contradicción humana, que se sabe mortal y efímera, pero a la par reverbera en su interior un cántico celestial a la vida eterna de quienes representan sus imágenes, su seña de identidad perpetua. Es la Virgen de la Cabeza símbolo de fe inequívoco, imagen inconmensurable de un pueblo, aunque más aún de fortaleza de una comunidad que se sabe débil y hace su vida más llevadera profesando devoción infinita a quien quiere por encima de todas las cosas y, muy especialmente, de aquellas modas que ahora dicen que creer no está bien visto. Por nuestros padres y abuelos, por quienes forjaron en nosotros esa impronta de fervor y autenticidad con la savia que nos une y nos hace mejores personas, porque ese debe ser propósito permanente a diario. ¡Viva la Virgen de la Cabeza!, lo escribe el “señor Jota” mirando la luna; también lo proclama.

PRIMERA CUESTIÓN

El cerro del Cabezo condensa una historia milenaria

SEGUNDA CUESTIÓN

Hacemos la vida más llevadera entregando nuestra alma a La Morenita

MUY PERSONAL

San Agustín: “Quien no ha tenido tribulaciones que soportar, es que no ha comenzado a ser cristiano de verdad.”
¡Bienaventurados quienes dudan y temen y tropiezan!

Paco Casas, escritor: “Cuando publiqué ‘Ocho de enero’ fue muy duro, por quienes se sintieron concernidos por las historias. Poco a poco se ha hecho menos evidente y más amable”.
¡El remolino bucólico del sarcasmo y la incomprensión!

Santiago Viana Melero, olivarero jubilado: “A mi edad es ahora cuanto estoy viniendo al colegio porque quiero aprender”.
¡Qué grandeza!

ADIVINA...

Se presenta a alcalde cuando esperaba seguir siendo el gran ‘muñidor’ del Ayuntamiento y enfrente tendrá a quien no quería

ADIVINANZA...

Proclama a los cuatro vientos que no va a ganar, que arrasará, pero lo que él quiere es dejar la Alcaldía por otro sillón