Menudo puente para querer Jaén

De pronto, el calendario oficial nos permite un acueducto, juntar cuatro días libres por acumulación de festivos y lanzarnos al mensaje clarividente de la pandemia, viaja que mañana es tarde. Jaén está en esa onda también, la de exprimir los días fuera de casa y las ciudades se vacían, dicho como generalidad, pero con argumento. Desde hace meses, cientos de jiennenses saben dónde van a ir en el puente de la Constitución y la Inmaculada porque vía internet se han programado unos días de ensueño, mitad fuera de España, la otra mitad en las principales ciudades patrias para fotografiarse con las mejores luces de Navidad. Los menos, pero “haberlos haylos”, como las meigas gallegas, han optado por el sabor a Naturaleza del que esta preñado Jaén, más ahora con las lluvias de otoño y su manto verde en todos los campos. Belleza sin igual.

A quienes me leen digitalmente desde Laponia, el destino de moda en este momento por las auroras boreales, un afectuoso saludo desde las entrañas de Jaén y sus castillos y fortalezas, el bosque humanizado más grande del mundo y la tierra con más parques naturales de la península ibérica. Ahora bien, si están leyendo estás líneas con el periódico en sus manos, es que han decidido viajar menos rato y exprimir los tesoros de nuestra tierra. Son cientos también los jiennenses que no han salido de Jaén en el puente, de la misma forma que son numerosísimos los españoles que han bajado al sur para conocer el paraíso interior de la Jaén que no es playa ni tiene luces de postín. Las ocupaciones del puente presumen de querer al viejo Santo Reino y su oferta de Naturaleza y patrimonio dejan a las claras que no hay mejor binomio a ojos de un turismo ávido de cosas distintas a las de siempre. No hay más que pasearse por Úbeda y por Baeza para sentirse orgulloso de que el sello Patrimonio de la Humanidad les ha dado alas. Le sigue Jaén, como capital y con sus majestuosos encantos y al otro lado de las preferencias, el aire puro de los árboles y el agua, con el Parque Natural del este lleno a reventar, un lujo nuestro Jaén.