Mejor hablares del tiempo...

Si algo no funciona o no nos gusta en vez de lamentarnos y blasfemar o mirar hacia otro lado, hay que pensar que lo que determina la vida no es lo que sucede, sino lo que decidimos hacer con eso que sucede a nuestro alrededor. Esa es la diferencia para el “señor Jota” entre una sociedad civil activa y vigorosa, incómoda para la clase política y otra sociedad que vive la vida sin exprimirla, plana, que no piensa, que se deja llevar y solo vota cada cuatro años. Llega la canícula y en tiempo de relax también da por pensar qué pasa con nuestra Jaén, la de arriba del castillo, la de abajo del Bulevar; la Jaén de las ciudades que vegetan, la Jaén de los pueblos que se vacían, esa Jaén industriosa y abnegada que sabe lo que es vivir de una buena nómina y complementarla con las olivas de los abuelos. Tantos Jaenes como amalgama de diversidad da una tierra que lo mismo mira para Murcia por Segura que para Granada por Alcalá.

Hubo un tiempo en que meterse con los políticos a cuentas del cambio climático, aún siendo verdad porque ya se atisbaba el lamento con sujetos activos por dejadez o desconocimiento, salía gratis; nadie se daba por aludido y, además, como había quienes lo negaban, pues ante tanto griterío el pueblo llano desconectaba. A criterio del “señor Jota”, las cosas han cambiado, las catástrofes no son en el Tercer Mundo, que la Naturaleza ha colapsado en el corazón de Europa. Cambio climático, dicen los expertos, que no entiende de banderas ni de Estado de Bienestar, cambio climático que hace cosas tan extrañas y tan palpables para nosotros y nuestro bolsillo como tener un cosechón de aceituna y un rendimiento en aceite de los más bajos en décadas. Cambia todo fuera, menos en Jaén, y no es que quiera el “Señor Jota” aprovechar esta crónica de fin de mes para seguir arreando con nuestros déficits y la ‘dormidina’ que nos recetan como activo político. A eso se han dedicado en lo que va de año, en cuanto que explotó la cacicada del Plan Colce y las movilizaciones multitudinarias posteriores, a aplacar la ira del pueblo con la propia negación de la realidad. Al cambio climático global le ha salido un contrincante jaenero de postín, se jacta el “señor Jota” de la versión oficial y oficialista que repiten los edecanes de la comunicación: Jaén está económicamente de éxito total, somos ejemplo para el mundo en gestión de recursos y en generación de plusvalías, sabemos como nadie afrontar todas las crisis y nuestras infraestructuras nos permiten un progreso sin precedentes en el PIB nacional e incluso europeo... Aunque sea verano hay que decirlo a las claras: Qué somos sin honra, quiénes somos sin orgullo, cómo podemos mirar a los ojos de nadie sin cantarles las cuarenta a quien nos daña, dónde está nuestra identidad sino la defendemos con uñas y dientes, cuándo viviremos realmente lo que nos dicen y cómo nos dicen y no encima de un caballo desbocado de propaganda pagada con dinero público, cuándo, cuándo, se pregunta el “señor Jota”.