La tienda de aquí que ya no vemos

Entrega mensual del “señor Jota” con un llamamiento a sus convecinos para que no se olviden del comercio de toda la vida >> El comercio electrónico nos empobrece >>

29 may 2022 / 17:01 H.

Es la vida de la compra y el postureo, tanto nos encanta la felicísima pero efímera orilla del consumismo, que quien no tiene paquetes de Amazon en la puerta de su casa no es nadie en este mundo. Da igual que nos digan que la ropa nos viene de países asiáticos con salarios irrisorios y con explotación infantil añadida, por un oído nos entra y por otros nos sale que los noticiarios reflejen las montañas de aparatos electrónicos que tiramos y quedan aparcados en cualquier país de África que recoge nuestros excesos contaminantes para sobrevivir en su pobreza. Cree el “señor Jota” que por supuesto no necesitamos ni la mitad de lo que soñamos y le queda claro que solo desde el bombardeo permanente de unas necesidades que no tenemos sale a flote esta carrera sin sentido por tener más, guardar más y, a la postre, tirarlo. Además, dando de lado al comercio de aquí, el de toda la vida.

La tienda de aquí, la que nos ha visto crecer, aquella que tiene de todo, además de una sonrisa enorme en sus dependientes, no existe para nosotros, está pero no la vemos, por más que cambien su fachada. La que ha logrado llegar a nuestros días viva navega a duras penas por este mar de postureo que tanto nos encanta, quizá por arte de birlibirloque. “Las ciudades de están llenas de gente que va de un lugar a otro en vuelos baratos para comprar las mismas prendas que a diario puede ver expuestas en los comercios de la calle donde vive”, así lo describe, tan acertadamente, el periodista y escritor Pérez Reverte. Jaén está llena de locales vacíos, es una tragedia el Pasaje Nuyra, las persianas bajadas de los mercados denotan una desgana social... Y no tengo que recordarles el casco antiguo, sin nada abajo, sin nada arriba, ni comercio ni vida en los pisos. Pero nuestra basura denota que compramos con fervor y devoción, cajas y venga cajas de paquetería al instante. Tiene el “señor Jota” unos vecinos que a diario reciben un paquete, no es una crítica, es el reflejo fiel de esta realidad pasmosa, otro cantar es que luego defendamos lo nuestro por encima de todas las cosas, pero no compremos en nuestra calle, eso sí le enerva. Decía el filósofo José Luis L. Aranguren: “Buscamos la felicidad en los bienes externos y el consumismo es la forma actual del bien máximo. Pero la figura del consumidor satisfecho es ilusoria: el consumidor nunca está satisfecho, es insaciable y, por tanto, no feliz”. Es el presente, será el futuro, no hay vuelta de hoja, pero el comercio electrónico empobrece, sí, mucho, y con un aldabonazo de conciencia, con un paquete menos que pidamos cada uno, el comercio de aquí sobreviviría. “Estamos en plena cultura del envase. El contrato de matrimonio importa más que el amor, el funeral más que el muerto, la ropa más que el cuerpo y la misa más que Dios”, Eduardo Galeano, escritor y sabio de la vida.

CUESTIÓN PRIMERA

Viajamos cientos de kilómetros para comprar lo que aquí tenemos

CUESTIÓN
SEGUNDA

Con un paquete menos que pidamos cada uno, el comercio viviría

Muy personal

Ramón Pérez de Ayala, escritor: “Gran ciencia es ser feliz, engendrar la alegría, porque sin ella, toda existencia es baldía.”
¡Quién manajera a su antojo esa ciencia!

Alicia Vázquez Ramos, mejor alumna en Ingeniería: “Dedicaré mi carrera a la astrofísica, asumiendo
retos todos los días”.
¡Las alegrías de nuestra Universidad!

Juana Vergara, mejor estudiante en Trabajo Social: “He adquirido competencias, habilidades y conocimientos sobre mi carrera de la mano de grandes profesores y profesoras”.
¡Un orgullo la UJA que el año que viene cumplirá sus primeros 30 años de vida!

ADIVINA...

Ha decidido ser fiel a su legado y no permite que lleguen principiantes a manchar su nombre ocupando su puesto

ADIVINANZA...

¿Cuál es la denuncia más peregrina que ha recibido la Junta Electoral Provincial y causa hilaridad en sus señorías?