Hoy que llueve y sembramos votos

Hoy está previsto que caigan alcaldes y alcaldesas, que renueven los que lo han hecho bien y que entren a jugar en el tablero de la política nueva savia que le dé brío a esta provincia tan necesitada de tantas cosas, pero especialmente de ideas que provoquen reflexión, de reflexiones que nos lleven a una nueva mentalidad para finalmente, concienciarnos como sociedad transversal de que nada es como queremos y pretendemos, pero podría serlo. Así de filosófico se levanta el último domingo de mayo el “señor Jota”, coincidente su crónica con unas municipales que tienen tela que cortar y cuyo desbrozo (que no destrozo, o sí...) se acerca, solo hay que esperar a las ocho de la tarde. Lo más importante, este escrito lo hace con la ventana en todo lo alto, luz gris pero clara y los cristales de su buhardilla llenos de gotas de lluvia dibujando vida. Llueve en mayo como verdadera agua de mayo y siembra los campos de colores, es más verde el verde plata de los olivares y más brillante la tierra, sea la roja de El Condado, la blanca de Huesa y Larva o la marrón de La Campiña. No puede haber mayor ni mejor coincidencia que sembrar de motivos la democracia con los que seguir creyendo en nuestros pueblos y ciudades, sin olvidar nunca las aldeas y la Jaén vacía y olvidada al tiempo que vemos cómo llueve cuando nadie lo esperaba ni el propio cañamón de las olivas. Ha venido esta DANA a regarnos de este a oeste y de sur a norte con un condimento tan especial como el de unas municipales en las que elegimos a quienes nos dirigirán en los próximos cuatro años, otra cosecha muy especial y decisiva en nuestras vidas. Es la política local, apostilla siempre que puede el “señor Jota”, la pata fundamental de la mesa de camilla del Estado, la que primero resuelve los problemas, la que se enfrenta al dolor y la rabia de los ciudadanos sin filtros y la que menos asignación presupuestaria tiene. Que el cielo riegue los campos así, sin estruendos y con constancia, es sinónimo de un presente que se torna riqueza en el futuro más inmediato y sembrar de buenos políticos los ayuntamientos es la mejor garantía de desarrollo y progreso para nuestros hijos. Si la política es un “examen del modo en que los ideales, las leyes, las costumbres y las propiedades se interrelacionan en los casos reales” para Aristóteles, en los Ayuntamientos de nuestros pueblos se trata, quede claro, del noble arte de hacer posible lo imposible. Hoy es fin de mes, hoy es el último domingo de mayo, hoy votamos para seguir refrendando la democracia como paraguas que a todos nos cobija y a todos nos iguala, hoy escribe el “señor Jota” su crónica sin puyas ni esquinas, tiempo habrá de desbrozar los renglones electos de una sociedad que este domingo de mayo vota y eso es alegría.