Felisa Moreno, aire fresco literario

Desde Alcaudete y con su cuna del Víboras siempre presente, Felisa Moreno Ortega es una de las referencias literarias actuales >> Sin ruido y a lo suyo, escribir bonito, se ha hecho con un hueco en el pedestal de imprescindibles de las letras en Jaén >>

15 sep 2019 / 14:28 H.

Es su escritura de lo más fresco que hay en Jaén actualmente entendiendo por fresco, nuevo y apetitoso, sorprendente y ameno, también innovador y atrevido. Se define como juntaletras y cuenta historias de la calle y de la mente con una hechura y solvencia que le permite ganar premio tras premio allende de las fronteras patrias y ser, hoy día, sin alharacas ni vanaglorias, un valor seguro en la literatura jaenera. Les hablo de Felisa Moreno Ortega, nacida en Los Noguerones, cuyas huertas mima el Víboras y adereza en primera persona, cual hada madrina, la facilidad con la que escribe Felisa y nos hace disfrutar a quienes la leemos desde hace más de una década. Viven y reviven sus raíces en sus escritos y la magia de la Sierra Sur y sus recónditas aldeas están muy presentes en su particular imaginario, manantial permanente de buena literatura en su blog “El sueño de las palabras”. “Escribir es vivir, pienso, y me siento feliz de ser tan afortunada”, reza el post de entrada, y debemos decir que los afortunados somos quienes estamos al otro lado siempre a la espera de esa novela que nos embauque o esa obra de teatro con la que rompamos la monotonía de la cultura en minúsculas que nos escupe la tele. Lo suyo es prosa en mayúsculas y verso con pellizcos, que a todos los palos le da esta licenciada en Empresariales que vive en Alcaudete, desde donde irradia esa frescura de la que les hablaba y con la que se ha ganado la consideración de miles de lectores. Ya fuese con “La asesina de los ojos bondadosos”, su primera novela, allá en 2007 ,o con la obra de teatro “Los parados también sueñan”, estrenada este mismo año, a Felisa no se le escapa lector, de igual forma que provoca conciencias en quienes abren el periódico en su cita quincenal como articulista. Como cuentista es única, en el relato corto, engancha desde el primer renglón, la novela es lo suyo y con el teatro se abre a todos los públicos en un despliegue literario coral que la convierten, hoy día y para siempre, en alguien imprescindible para quienes creemos que un pueblo sin pensadores ni escritoras como ella es cuando menos aburrido; mismamente la antítesis del vigor de Felisa Moreno Ortega.