Entre mala conciencia y reputación

Cita de fin de mes y de fin de año del “señor Jota” más iconoclasta > Con todo, sigue pensando que lo imposible está a mano >

01 ene 2024 / 08:00 H.

Fin de año y el “Señor Jota” sustantiva el devenir de los tiempos mismamente como otros muchos 31 de diciembre, entre el quiero y no puedo con Jaén por bandera y de tanto sustantivar lo ya sustantivado emerge la savia ácrata que todos almacenamos dentro, la que niega y rechaza autoridad, normas y modelos. No hay que darle muchas vueltas para razonar los porqués, resaltan a simple vista tanto como los árboles de leds de la Navidad. Jaén y su economía de interior, Jaén y sus trenes de otro mundo, Jaén y su cultura subvencionada. Jaén, Jaén, siempre Jaén en el furgón de cola de la realidad más palpable y pretendidamente escondida. “El periodismo moderno nos mantiene en contacto con la ignorancia de la comunidad”, una frase que ni clavada del escritor inglés Óscar Wilde, sobre la que asienta el “señor Jota” su escrito de fin de mes. Si el periodismo consiste en decir, por él que no quede.

No está de moda Jaén por mucho que lo diga un artículo pagado de “Vogue”, proclamemos la verdad, los jiennenses queremos que se nos quiera pero si así fuese realmente los gritos de queja llegarían a la estratosfera tras siglos de ignonominias. Será todo, ea, porque como decía el filósofo alemán Friedrich Nietzsche: “Soportamos más fácilmente la mala conciencia que la mala reputación”. Y en estas estamos, con acracia efervescente en la barra de un bar a la hora de ligar con los amigos y, vaya que nos miren mal, como un hato de borregos a la hora del camino ungido por quienes pretendidamente dicen que saben. En Jaén, usa el “señor Jota” una frase del filósofo rumano Emil Cioran para contrastar esa realidad inimaginable en provincias hermanas: “No podemos escoger más que entre verdades irrespirables y supercherías saludables. Sólo las verdades que nos impiden vivir merecen el nombre de verdades, pues, superiores a las exigencias de los vivos, no condescienden a ser cómplices nuestros.

Son verdades ‘inhumanas’, verdades de vértigo que rechazamos porque nadie puede prescindir de apoyos disfrazados de slogans o de dioses”. Llegados a esta línea del artículo que tienen entre sus manos, más sustantivado en trampantojos que en zarandajas, descarten el pesimismo, si así lo han pensado, porque la ventaja incontestable de Jaén es que de tanto jugar con fuego al borde del precicipio ha aprendido como nadie a no quemarse y tampoco a despeñarse. Acaba el “señor Jota” 2023, dedicado por entero a Gloria Fuertes y su “paladear el ir llegando”, con el creador del padre Brown, el inglés Cherteston: “Una de las grandes desventajas de la prisa es que lleva demasiado tiempo”, institucionalizada en Jaén, añade convencido. Sean felices, también en 2024, da igual la reputación, lo importante en la vida es creer en lo imposible, aunque lo improbable sea marchamo de calidad política “made in Jaén”.

$!<i><b>SHAKESPEARE</b></i><i>. “Enciende un sueño y déjalo arder en ti”.</i>
SHAKESPEARE. “Enciende un sueño y déjalo arder en ti”.
CUESTIÓN PRIMERA

Solamente dejamos de ser adocenados borregos en la barra de un bar.

CUESTIÓN SEGUNDA

Sin duda, lo importante es creer en que lo imposible realmente llega al final.

MUY PERSONAL

Raphael, El Tamborilero: “Quisiera poner a tus pies, algún presente que te agrade, Señor. Más tú ya sabes que soy pobre también y no poseo más que un viejo tambor”.
> ¡Feliz 2024!

Sofía Pérez, escritora: “Tengo 21 años y he escrito mi primera novela (El Cantor de Plata) pretendo seguir escribiendo a ver hasta dónde llega esto”.
> ¡Tuvo que irse a Granada a presentarla!

Alejandro López, presidente de la Asociación Juvenil Raíces: “Nacemos porque somos los protagonistas del presente y tenemos la misión de construir el futuro”.
> ¡Un paso al frente la juventud de Jaén, sí!

ADIVINA...

> De súper amigos a enemigos acérrimos, de ir en su lista a salir del despacho oficial que ha ocupado los últimos tiempos.

ADIVINANZA...

> Se barruntaba, pero no era de esperar en tampoco tiempo, ya se cuece la primera moción de censura en un Ayuntamiento.