Educadora, feminista y poeta

Tiempo ha Lola Ginel ya era como es ahora, lo que demuestra que para ella, poeta iconoclasta e irredenta no vale el dicho popular de que “como no somos río” podemos volvernos contracorriente cuando queramos. Y eso supone mucho, más en Jaén, acostumbrada a lo que la nacieron, al olvido secular y la opereta facilona de “conmigo o contra mí” y ella, la Jaén conformista y acongojada, nada hace, nada espera... Al otro lado, completamente enfrente, esta mujer ya felizmente jubilada tras una vida intensa en algo que la sociedad mira de lado, para no contaminarse mucho, para sufrir mucho menos: la educación social. Antes y ahora, todo le ha dado igual a la autora del libro “Poesía Geométrica”, con quien no valen advertencias, a la que le resbalan las modas y mucho más los ensoberbecidos, también en femenino. Sería un micromachismo decir que es una mujer dura, sería más certero colocarla en el pedestal de las mujeres que no se casan con nadie, a quienes el orden establecido o lo políticamente correcto se las trae al pairo. Porque Lola es como es y así hay que quererla, por mucho que ella no nos quiera, aunque en el fondo sienta debilidad por quienes habitan en el mundo del escaparate sin quererlo y aún bebiéndoselo, sin quitarle el ojo nunca a los desheredados y a quienes hacen del vivir ejemplo permanente de que merece la pena ser un no mandado. Poeta, que no poetisa, que no le gusta por clasista, le apasiona vivir y exprimir el día con amigos, la barra y la tertulia, la lectura de poemas y los viajes, las chimeneas y la mesa camilla. Funcionaria retirada y madre, no hay nada para ella como forjar para sus hijas una nueva sociedad más libre, más justa y más igualitaria. Será porque nació serrana que su carácter es introvertido pero de línea recta, inasequible al desaliento y la contrariedad, sea porque nunca casó oficialidad con frescura y pasión por lo que su prosa y su verso (escribe libros y ha escrito artículos) están fuera de cualquier corriente, no digamos nacional, que a ella, con sentirse del Arco del Consuelo le vale para transitar por este mundo tan divergente a sus fuertes convicciones como mujer feminista, roja y republicana.