Convivir y pelear, que decía Séneca

Adelanta su último de mes el “señor Jota”, el domingo 25 no hay periódico por Nochebuena >> Da igual, no hay otra, que su apuesta es por la buenaventura >> Feliz 2023

18 dic 2022 / 16:00 H.

Es la vida un conjunto de lunas y soles en los que en su tránsito no sabe bicho viviente a qué atenerse realmente, pero elevando la definición a filosofía griega pura, sería como la definición de Séneca: “La vida es como una escuela de gladiadores: Convivir y pelear”, a la que siglos más tarde podríamos añadir eso del vegetar de algunos y otro infinitivo con doble sentido, el de cantar, porque vivimos en un tiempo reinante e insultante, para el “señor Jota”, donde quien da más el cante es quien triunfa y quien canta de verdad se pone las botas, si además hace uso de otra palabreja nueva, la resiliencia. Decía otro filósofo de tiempos pretéritos como Sófocles que “la más dulce vida consiste en no saber nada”. Es por ello que entre hacerse el panoli y festejar la Navidad y su buenura nos adentramos en días de comidas de empresa, de Ampas y de gimnasio, el no va más. No será irreverente el “señor Jota” con tanto amigo y amiga a los que les ha dado por cultivar el cuerpo, todo lo contrario, se sumará al espíritu de bondad supina acogiéndose a una frase que su profesora de EGB, doña María José, les recitaba cada diciembre, con Dickens de mentor: “La Navidad es una fiesta que hace que nos acordemos de las ilusiones de nuestra infancia, le recordemos al abuelo las alegrías de su juventud y transportemos al viajero a su chimenea y a su dulce hogar”. Oh, qué bonito, verdad, dice sin retintin el “señor Jota”, ácrata y, sin embargo, entusiasta de la amistad fraguada y compartida en arroyo y chilancos, también conocido por su empacho de romanticismo con Bécker y su almas que hablan con los ojos y besan con la mirada... Así las cosas, llegados con aliento renovado a esta última Contracrónica que no les va a hablar de Cetedex ni de la cobra del AVE, tampoco de lo mucho que vale el aceite y lo poco que reparten quienes lo tienen, hinquemos la rodilla por quienes ya no están con nosotros y levantemos la mirada como piedras lunares para despedir el año de sarao en sarao, sin olvidar que la cuesta de enero llega siempre y que “el tiempo es la cosa más valiosa que el hombre puede gastar”, según Teofrasto. Y, de vuelta a eso del vivir y transitar por la vida, no olviden que ir contracorriente, cambiar de registros, hacer extravagancias o insensateces es siempre el mejor compañero de viaje: “Mi locura es sagrada, no la toquen”, aclamaba con vehemencia Salvador Dalí. Acaba el “Señor Jota” su candorosa perorata con otra frase, más antigua aún: “Solo puede ser feliz siempre el que sepa ser feliz con todo”, del chino Confucio... Sean felices, también en Navidad, pero no olviden nunca de convivir, pelear (nunca en vertical), vegetar a costa del erario público y cantarle las verdades al lucero del alba. Les quiere, y mucho, ya lo saben, este adalid de la soledad y espesura.

CUESTIÓN PRIMERA

¿Por qué el espíritu de Navidad no se mantiene al menos buena parte del año?

CUESTIÓN SEGUNDA

¿Por qué no hay más tiempo para la rica locura que nos haga felices?

MUY PERSONAL

Pablo Neruda, poeta chileno: “Y si nada nos libra de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida”
¡Se acerca la Navidad, creemos amor!

Juan Núñez, presidente de Caja Rural:
“Seguiremos en la misma línea, apoyar a la provincia; no habrá exclusión financiera en Jaén”.
¡Nueva etapa para la cooperativa señera!

Fanny Rubio, escritora: “Cobra un sentido renovado, antes inédito, la taranta: Taranta provincial y más universal que se instala otra vez, mas con perfil inédito, entre las páginas de un libro y en cada hoja de la oliva decembrina”.
¡Qué maravilla!

ADIVINA...

Deshojando la margarita meses hasta que se hizo la luz, habrá comida de Navidad, que tanto bien hace a la empresa

ADIVINANZA...

¿Por qué no vemos los buenos dulces de Navidad, todos y de todos los pueblos, en las grandes distribuidoras comerciales?