Concha Velasco, alegría de un país

Ha muerto Concha Velasco y su ingente obra trasciende su propio tiempo, porque con ella desaparece una mujer de bandera que hizo de la vida un argumento permanente de alegría colectiva, por compartir y para compartir. Qué fácil decirlo, qué difícil durante un largo tiempo. Comprometida con todo lo bueno que atesora una sociedad moderna, con la democracia, por supuesto, también, no dejó en vida de tocar ningún palo, desde el teatro al cine, desde la televisión a las tertulias de mesa camilla, que Concha Velasco ha sido musa para toda una generación de españoles que quisieron, con ella de proa, dejar el gris mortecino de nuestros padres y que ella misma vivió y pasar al yeyé como himno de esa inmensa mayoría que quería disfrutar de la vida y de la convivencia, del espectáculo de la alegría y la sana hermosura. Concha Velasco era habitual de Jaén y del Darymelia, lo fue antes del teatro Cervantes y, cómo no, amiga de Antero Guardia, el más afamado empresario teatral de estas tierras, que hizo de su Úbeda un manantial de cultura y teatro que aún perdura. Los de Antero y los de los inicios de Concha eran tiempos sin intermediarios, no había representantes, un empresario arriesgaba y una actriz arrasaba con su desparpajo y su sonrisa. Las antiguas Redacciones de los medios de comunicación de la provincia, la de Diario JAÉN por supuesto, saben de su voz y de su alegría cuando llamaba porque empezaba su periplo por provincias con el último de sus espectáculos y te llamaba ‘guapo’ y ‘chiquillo saleroso’ y ‘corazón mío’ antes de pedirte que para que la gente sepa que voy “a mi Jaén del alma, hazme una entrevista que te contesto a todo lo que quieras”. Cualquier adjetivo le viene corto por su compromiso con la cultura y la vida, cualquier recuerdo no debe circunscribirse sólo a su papel en los escenarios y ante las cámaras, que con Concha Velasco desaparece alguien que perdurará en nuestra memoria porque puso la alegría cultural de la democracia desde el compromiso moral y ético imperecedero por la convivencia entre los españoles.