Andar por casa con buena gente

Es la historia de una ciudad algo más que lo que dicen y hacen sus gobernantes, tampoco lo que cuentan los cronistas que se sienten oficiales y, por lo tanto, en su derecho nunca libertario, apuntan solamente lo que hacen quienes habitan en el escenario, nunca el patio de butacas, que es donde habita este mundo que nos ha tocado vivir a la llamada plebe, la gente de andar por casa que conforma en bloque una sociedad homogénea con sus diferencias y aspiraciones. Las ciudades están llenas de símbolos que sirven para crecer alrededor, pero lo que alimenta la savia de esa gente anónima que hace grande Jaén es la plazoleta en la que crecieron, la esquina en la que se sentaban con los amigos, los biscúter con los que alimentar el alma y el estómago en cada ligaílla del mediodía. Jaén no sería la misma sin sus tabernas, Jaén no es la misma con la ausencia de Pepe “Gato’s”

Ha muerto a los 71 años José Jaén Aranda, un tabernero de toda la vida, casi hasta su misma muerte, porque dejó la barra en junio del año pasado y, la vida, cruel como ella sola, solo le ha permitido disfrutar unos meses de su más que merecida jubilación. Deja huérfanas a sus hijas y sus nietos, inolvidable su Maricarmen del alma, y sus amigos y clientes siempre tendrán presente su sonrisa a carcajada batiente y su humor socarrón en el “Gato’s”, Pasaje del Paseo de la Estación bajo, ahora un erial para lo que llegó a ser en los años 80 y 90, mismamente lo que Pioneros, el lugar de quedada para una generación. En el “Gatos”, que nació pub y tenía enfrente un restaurante de postín como el “Nelson”, ha pasado sus días y sus noches, en amplia compañía y también en soledad los días oscuros de una ciudad que cuando se echa a la calle no hay quien la pare, pero cuando se encierra se convierte en sombra permanente, también en las tabernas, un local, además en sorprendente desuso, por su decoración y su forma de concebir la propia vida. Todo se arregla en una barra, no hay mayor libertad que sentirse grande pontificando con un chato de vino y unos tacos de sendra como los que ponía Pepe en su taberna... Descansa en paz amigo.