Alcaldes, inmensidad de aplausos

A los alcaldes dedica su fin de mes el “señor Jota” apostolando por su entusiasmo >> Empequeñece, son cuatro, dice, los lelos y lelas >> Qué sería de Jaén sin sus alcaldes, bravo por ellos y ellas

27 mar 2023 / 09:32 H.

Hay alcaldes que lo dan todo, sin excepciones de ningún tipo, de igual forma que hay alcaldes que nunca serán reconocidos por lo que han hecho por su pueblo. En femenino, por supuesto, también, porque si hay algún cargo público que tenga el peor sueldo del mundo es el de alcalde y, después, el de concejal. Muy sencilla su función, arreglarle los problemas a sus vecinos, pero sin dinero con el que responder; dicho de otra forma, dar la cara por el Gobierno de Madrid y la Junta de Sevilla, pero sin una gota de su presupuesto. El “señor Jota” admira a los buenos alcaldes y alcaldesas, que son todos menos la excepción que confirma la regla, y al conjunto de primeros ediles, hasta a los lelos, dedica su entrega de fin de mes, para antes de que empiece su linchamiento sientan el cariño de quien los admira sin sarcasmo alguno.

No está de moda ser político, quizá porque los mangantes, afortunadamente, han sido pillados con las manos en la masa y, el resto de los mortales, íntegros y honestos, valientes y responsables, se sientan empequeñecidos frente al populismo reinante que solo tiene en cuenta la jauría mediática que más grita y que, acojonadamente, es capaz de asaltar programas de Gobierno con ediles mentecatos. Son las excepciones, vuelve a decir el “señor Jota”, para quien no hay más honorable labor que darlo todo por tu pueblo, incluso con linchamientos públicos sonoros, simplemente porque en tus adentros tienes metido que siempre hay que tender la mano y ayudar a crecer a la sociedad en la que vives, en la que nacieron tus ancestros, con la que convivirán tus hijos y tus nietos. Nada más grande que darlo todo por tu pueblo, tu ciudad, tu comarca; es darlo todo porque Jaén crezca y bien que se lo merece. No es cierto que tengan miras mayores que su término municipal, de igual forma que hay alcaldes y alcaldesas que solo quieren ayudar a su pueblo. Suena a juego de palabras y no es así, es pura y llanamente la realidad contratada y contrastable del la inmensidad del Santo Reino. Que hay alcaldes que se cambian de acera para no saludarte, claro, como periodistas que escriben sin hablar con la gente de lo que le pasa a la gente... Que hay alcaldes que exigen tratamiento de usía, claro, como hay periodistas que pontifican y pontifican pese a que sólo se leen ellos... Que hay alcaldes que van a ser limpiados democráticamente, claro, como que tras la primavera y con el verano tendremos una legislatura municipal que se batirá en duelo por las generales. Cierto, muy cierto, hay alcaldes, ustedes los conocen (y los sufren) que se creen los reyes del Mambo 8 y no queda otra que bailar a su casposo ritmo, pero son cuatro, fijémonos de los noventa y pico restantes, son de admirar, palabrita del “señor Jota”.

MUY PERSONAL

Atistóteles, filósofo griego: “Un Estado es gobernado mejor por un hombre bueno que por buenas leyes”.
> Amén, amén.

ADIVINA...

Le propusieron la novena, con trampa, que la dio al final el proponedor que sabía que no pasaría el corte

ADIVINANZA...

Cofrade y meapilas, correveidile y de confesión diaria, no hay peor boca en Jaén, también en Cuaresma