Unos presupuestos sociales

    15 feb 2020 / 10:49 H.
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    La lenta maquinaria para aprobar unos nuevos presupuestos para España ya se ha puesto en marcha. El mecanismo, de por sí, complicado se adentra en terrenos desconocidos en la historia reciente del país al tener que conjugar dos modelos de Estado en el equipo de gobierno del PSOE y Podemos. En este sentido, la apuesta por medidas de carácter social está en los planteamientos ideológicos de ambas fuerzas, pero el cómo y, sobre todo, en dónde se cargan las tintas está la discusión. Si a este punto se le añade que desde la Comisión Europea se están fiscalizando nuestras cuentas desde hace años, la presión aumenta porque no se pueden conjugar los planes expansivos de inversión social con cuadrar las cuentas europeas. No obstante, y no es una contradicción, los programas políticos están para cumplirse y, por este motivo, es fundamental no sobrecargar de deseos las cartas de los Reyes Magos, de lo contrario se generan unas expectativas que no pueden llegar a hacerse realidad. Es necesario, por lo tanto, una pedagogía para que los ciudadanos —votantes o no de estos partidos políticos— sepan cuál es la senda que tomará el nuevo Ejecutivo. Desde Economía se prevé para este año menos crecimiento que los precedentes y así se asume que la subida del Producto Interior Bruto llegará en el mejor de los casos a un 1,6%. Con todo este panorama se intentará tener los presupuestos para antes de verano, esa al menos es la intención política, pero queda mucho por negociar y conviene tener los pies en el suelo. Se trata, en definitiva, de no hipotecar el futuro del país, sin traicionar el modelo de sociedad que quiere modular el nuevo Gobierno. Sin atajos, pero aclarando dónde y cómo.

    Editorial