Unidad frente al terrorismo
Miles de personas se manifestaron ayer por la tarde en las calles de Barcelona para dejar constancia con su presencia del más absoluto rechazo al terrorismo. Con la asistencia de Felipe VI, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y una larguísima lista de cargos institucionales de todo el país, además de una marea de ciudadanos a título particular, se marchó con el objetivo de poner de manifiesto la unidad en la lucha frente al terrorismo. Todos ellos encarnaron el sentir de la ciudadanía que muestra su más firme condena a la acción de quienes, bajo unos dictámenes absolutamente radicales y que nada tienen que ver con la religión, pretenden imponer su criterio con el miedo como bandera. El lema de la manifestación —“No tengo miedo”—, el mismo que corearon los ciudadanos que participaron en el minuto de silencio tras los atentados, es, ante todo, un mensaje de la firmeza ante el terror. Encierra en sí mismo una reivindicación de los valores sobre los que se apoya nuestra sociedad, que tiene en la libertad una de sus piedras angulares. España, por desgracia, a lo largo de su historia reciente, ha sufrido en carne propia en demasiadas ocasiones las consecuencias del terrorismo. Basta recordar los cientos de personas, de todas las edades, que perdieron la vida en las decenas de atentados perpetrados por la banda terrorista ETA, hoy al fin desarticulada. Los fundamentos con los que se luchó contra aquel terror y que tan buenos resultados dieron son los mismos que deben mantenerse vigentes para hacer frente al yihadismo. En la base, como no podría ser de otro modo, debe situarse la unidad de todos, como ayer se visualizó en Barcelona.