Unidad contra un lacra social

    20 ago 2019 / 11:17 H.

    Es la primera víctima de la violencia de género que se registra en la provincia en lo que va de año, la número nueve en Andalucía y la cuarenta en España. El barrio de Santa Isabel y el país entero están de luto desde que se conoció el crimen de Dolores, una mujer asesinada por su marido en pleno proceso de separación. Dolor, indignación y rabia porque no solo no termina esta lacra social, sino que va en incremento. Desde que hay registros específicos, el goteo de víctimas permanece constante, pese a la toma de conciencia general sobre una preocupación que no remite. Detrás de un verdadero drama, con un final tan injusto como es la pérdida de la vida, se esconden cientos de mujeres heridas y acobardadas, mujeres que no pueden hacer una vida normal sabiendo que la amenaza de una violencia disparatada, convertida en un problema estructural, puede llegar en cualquier momento. Jaén, Andalucía y España quieren progresar para situarse entre los mejores lugares del mundo. Sin embargo, no lo conseguirán mientras las diferencias de género sean tan abismales. Existe el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, una demostración de fuerza y de unidad que necesita nutrirse de otras muchas medidas encaminadas a conseguir una concienciación contundente de la sociedad española. Voluntad política existe, pero hacen falta presupuestos actualizados y estabilidad gubernamental para no bajar la guardia en un asunto que, además, está directamente relacionado con el ámbito educativo. Los expertos empiezan a detectar que las nuevas generaciones no solo no vienen mejor equipadas para advertir la desigualdad y el machismo, sino que presentan un estancamiento que nadie puede permitir.