Una tragedia día tras día

    02 feb 2023 / 16:30 H.
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    La conmoción es absoluta en el tranquilo municipio de Villanueva del Arzobispo, con un doble crimen ocurrido en la calle El Greco en el que todavía hay muchos interrogantes, aunque los primeros indicios de la Guardia Civil apuntan a que puede tratarse de un caso de violencia de género. Un vecino encontró a un matrimonio muerto, después de alertar del sonido de varios disparos. Fuentes de la investigación señalan que los primeros estudios señalan que el hombre disparó a la mujer para, seguidamente, quitarse la vida con la misma arma, aunque estos extremos deberán ser confirmados. Lo que sí está confirmado es que no había denuncias previas por violencia de género, ni consta en los ficheros del VioGén. El caso se asemeja al sucedido el martes pasado en Cádiz, que sí está declarado como “asesinato machista”. Lo que está claro es que se trata de un tipo de violencia que forma parte de un trágico día a día ante el que no cabe el conformismo. Cada muerte es, a todas luces, evitable y, en este sentido, debe serlo. No hay otro camino para erradicarla que detectarla y hacer hincapié en cada uno de los momentos o lugares en los que podía haberse actuado para impedirla. Para empezar, es obligado saber las dimensiones de la tragedia a la que se enfrenta la sociedad española. ETA asesinó en sus 40 años de historia a 864 personas. Desde el 2003 —año en que empezó a contabilizarse las víctimas de la violencia machista— hasta la actualidad, más de mil mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas. Es una auténtica tragedia, que no entiende de edad ni de religión, en la que no caben discursos irresponsables y negacionistas que refuerzan al maltratador y generan mayor vulnerabilidad en las mujeres.

    Editorial