Una labor humanitaria clave

19 jun 2019 / 12:57 H.

La cruda realidad de la pobreza, los apuros que cada vez tienen más familias para hacer frente a necesidades básicas, como la alimentación y la vivienda, o las múltiples variantes de exclusión social que genera la sociedad actual son solo algunas de las realidades que refleja la Memoria 2018 presentada por Cáritas Diocesana. El año pasado destinaron a su acción caritativa y social 4,88 millones de euros en la provincia, de los que más de 1,60 fueron para acogida y asistencia y 1,95 para los programas y proyectos de acompañamiento a personas vulnerables y en situación de exclusión. Está claro que la crisis económica no tiene fin y, aunque hay atisbos de crecimiento y de movimiento económico, los datos demuestran que hay muchas familias jiennenses que tienen serios problemas para llegar a final de mes. La mayor parte de las personas atendidas por Cáritas son mujeres y, en segundo lugar, parejas con hijos. La pobreza no entiende de clases sociales. El “boom” inmobiliario motivó la adquisición de viviendas con grandes facilidades por parte de las entidades bancarias que terminaron en un problema importante cuando alguno de los dos miembros se quedó en situación de desempleo. Ese es uno de los principales perfiles atendidos por esta organización que realiza una labor impagable dentro y fuera de la provincia, un ejemplar testimonio, día a día, de su labor social y caritativa. Toda la ayuda es poca para una institución de la Iglesia que necesita el apoyo de las administraciones públicas para prestar ayuda a los demás. Fundamental su colaboración y la de la sociedad en general para restablecer los principios de dignidad y de justicia social. Los desfavorecidos deben centrar todas las atenciones.