Una grave alerta sanitaria

    08 sep 2019 / 11:03 H.

    Todos los años se producen casos de listeria, pero nunca hubo un brote de tales características en España como el de este verano. La infección comenzó en Sevilla y se ha convertido en la mayor alerta sanitaria de los últimos tiempos. Ni que decir tiene que es, además, uno de los asuntos de confrontación política de candente actualidad que, sin lugar a dudas, reclama cuanto antes una investigación seria y rigurosa. Afecta no solo a Andalucía, sino a otras comunidades autónomas. La contaminación de carne en mal estado no solo ha generado una afluencia de casos en urgencias, sino también un creciente temor en la ciudadanía. Los casos que se conocían hasta ahora eran aislados y, en todo caso, domésticos. Sin embargo, el problema se agrava al comprobar que los productos infectados producidos por una empresa alimentaria han sido varios, se han distribuido como marca blanca y se han servido en bares y restaurantes, con lo que la afectación es más extensa e incontrolable. El descontrol sanitario e institucional llena el caso de dudas. Lo prioritario es reconducir la situación cuanto antes y, después, dar cuenta en los órganos pertinentes sobre todo lo ocurrido, con transparencia y sin filtros, porque la ciudadanía reclama información veraz sobre un asunto en el que hay víctimas mortales. No es de recibo que corran por las redes sociales mensajes con falsas información que lo único que hacen es dañar a las familias que han tenido la mala suerte de verse afectadas directamente por la listeriosis. Los expertos recomiendan controles higiénicos y tecnológicos más frecuentes y una homogeneización de la regulación a nivel estatal, aunque este argumento tenga algo de oportunismo recentralizardor.