Todo un referente nacional

    19 ene 2020 / 11:09 H.
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    Ni la previsión de lluvia ni el frío pudieron, un año más, con los miles de atletas que rindieron honores a San Antón con una espectacular carrera que engrandece las tradiciones y la idiosincrasia de la capital. Fueron ellos, los corredores, los niños, los de élite y los adultos populares, los que dieron sentido a una noche única e inolvidable. La XXXVII Carrera Urbana Internacional Noche de San Antón fue muy grande, pero no solo gracias a sus participantes, los verdaderos actores, sino también gracias a los vecinos y visitantes que, con antorchas en mano, animan en una verdadera fiesta del deporte. Queda claro que la iniciativa, que camina hacia sus cuatro décadas de historia, está más que consolidada y, en los últimos años, puede presumir de un relevante impulso traducido en una más que amplia participación. Ni que decir tiene que en ello ha influido, y mucho, su traslado a fin de semana, lo que facilita la llegada de corredores y público a tan destacada carrera y lo que repercute en el sector de la restauración. La prueba, que es todo un referente, genera tal expectación que los dorsales se agotaron en apenas unas horas. La de San Antón no es una carrera cualquiera. Quienes participan habitualmente en ella saben que es especial no solo por lo bonito de su trazado, sino también porque no hay un solo tramo en el que no haya espectadores dando aliento a los corredores. Es, además, una cita que congrega a varias generaciones, desde abuelos hasta nietos. La organización, que no es fácil en una celebración de tanto calado, estuvo a la altura de las circunstancias, por lo que, como dice el refrán, es de bien nacidos ser agradecidos a todos cuantos hicieron posible San Antón.

    Editorial