Todo sigue igual en Los Puentes

    17 ago 2019 / 11:24 H.

    Resulta difícil de olvidar aquellas inundaciones que ocurrieron, el 15 de agosto de 1996, en el Puente de la Sierra. Afortunadamente, solo fueron materiales los daños que se llevó la tormenta de verano, pero el miedo que vivieron en primer persona muchos jiennenses sigue prácticamente intacto. Hubo vecinos que se vieron obligados a escalar muros o a subirse en los tejados de sus casos porque veían que el agua no paraba de subir y se llevaba por delante todo lo que encontraba a su paso. Fueron más de cien litros por metro cuadrado los que cayeron en apenas una hora, una tromba que dejó casa anegadas y vehículos arrastrados por la crecida de los ríos Jaén, Eliche y Quiebrajano. El problema es que, veintitrés años después, la sensación que tienen los residentes en el Puente de la Sierra es que todo sigue igual. Conviven con la amenaza de las inundaciones y, en cuanto empieza a tronar, son muchos los que hacen la maleta y se trasladan a la capital. Están hartos de promesas políticas, que pasan por la regularización de estas zonas situadas en el extrarradio de la ciudad y la eliminación de cualquier tipo de riesgo. Reclaman una antigua reivindicación, ahora que se recuerda aquella catástrofe, pero también exigen la puesta en valor de uno de los parajes que siempre fue de los más visitados de Jaén. El arreglo de Los Cañones es una asignatura pendiente, reflejada en cada programa electoral, independientemente del signo político, pero que, a la postre, suele quedar relegada a una mera declaración de intenciones. La implicación de la ciudadanía es clave en un asunto de vital importancia para uno de los pulmones verdes de una capital demasiado castigada por los altos niveles de contaminación.