Terrorismo global
Turquía sufre en donde más le duele el ataque de los asesinos de ISIS. La industria turística de un país que es el quinto del mundo en recepción de visitantes se resiente después del brutal atentado que ha costado la vida a medio centenar de personas en el aeropuerto Ataturk de Estambul y más de doscientos heridos. Por eso, desde la propia Organización Mundial del Turismo se apela a, precisamente ahora, cooperar y no aislar a este país después del brutal ataque para que los terroristas no logren su objetivo que es ese, sembrar el miedo y que deje de funcionar como atractivo destino turístico.
El último ataque perpetrado en suelo turco ha generado múltiples y unánimes muestras de rechazo desde gobiernos demócratas de todo el mundo, en clara repulsa al terrorismo global que hoy por hoy representa Estado Islámico, con países con Turquía, Francia o Bélgica como puntos calientes en su sangrienta guerra abierta.
Ahora más que nunca se hace necesaria y vital la unidad de todos los demócratas para luchar contra la gran lacra que representan estos fundamentalistas asesinos, y solo con así se podrán cruzar información y coordinar estrategias comunes para poder interceptar a tiempo las amenazas. Es primordial que no haya fisuras a la hora de hacer bloque común contra quienes dinamitar un estilo de vida que tanto tiempo ha costado levantar, que son capaces de actuar sin escrúpulos derramando sangre inocente en salvajes atentados. Matar es muy fácil y desde los países civilizados es fundamental estar preparados y muy coordinados desde el punto de vista policial para neutralizar cualquier plan de ataque futuro.