Solo el marco constitucional

    15 nov 2019 / 08:32 H.
    Ver comentarios

    Aunque el acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos se fraguó con rapidez, en menos de 48 horas tras el resultado incierto de las Elecciones Generales, queda otra parte angular del pacto de investidura por dilucidarse. La aritmética parlamentaria requiere que para que esta coalición prospere se tengan que sumar otros tantos partidos que den su apoyo expreso a la investidura o a la acción de gobierno. En este sentido, los independentistas vuelve a tener un protagonismo que sabe aprovechar, sin alardes, como lleva haciendo el PNV desde hace décadas, con ETA en activo y, ahora, exprimiendo sus resultados nacionales o con la modalidad actual del secesionismo catalán que, una vez que activó el modo independencia, pretende negociar dando por hecho que la precariedad actual les permitirá buscar atajos legales a sus demandas. Ante este panorama el margen de maniobra para el presidente en funciones es escaso y tampoco cabe la posibilidad de llegar a acuerdos sin que la opinión pública esté advertida de antemano, de lo contrario se produciría un mercadeo inadmisible. En un momento de tanta tensión sobre Cataluña como el actual es muy difícil pretender que solo con diálogo se pueda variar la posición de salida de quienes creen tener la sartén por el mango. Sin olvidar que al mismo tiempo que negocian instan a seguir manteniendo la tensión en las calles, así es imposible retomar una senda que por otro lado choca frontalmente contra el marco constitucional. Mientras tanto, menos de la mitad de los catalanes tienen un Ejecutivo que solo vela por su interés, dejando a la otra parte de la población fuera del foco, aunque “negocien” en nombre de todos. Sánchez tiene mucho trabajo.

    Editorial