Sin servicio en los comedores

Cerca de dos mil niños de veinticinco municipios de la provincia se encuentran sin comedor. La empresa privada que presta el servicio, Royal Menú Catering, suspendió la prestación de forma unilateral después de veinte años en el sector. La noticia sorprendió a los directores de los centros y a padres y madres y padres de alumnos, todos de la provincia, que se enteraron por los medios de comunicación, el lunes, de que ayer mismo ya no tendrían la comida preparada para sus comensales. La Junta de Andalucía, que conoció la intención de esta firma jiennense de cesar en el servicio unos días antes, no tuvo margen de maniobra y, ante una situación de carácter excepcional, declaró el estado de emergencia con la firme intención de proceder a una rápida licitación. Es una fórmula que contempla la legislación vigente para que la adjudicación pueda ser directa y, de esta forma, se puedan ahorrar los tediosos y largos procedimientos burocráticos. Son treinta y siete los colegios que tienen un serio problema, porque el comedor no es solo un servicio que se presta a las familias trabajadoras que no llegan a tiempo para recoger a sus hijos a las dos de la tarde, sino también para aquellas que, por problemas relacionados con la renta, se benefician de una prestación social crucial para su economía doméstica. La empresa aduce “cláusulas leoninas” que le impiden continuar. Sin embargo, no es de recibo que, de la noche a la mañana, abandone un contrato que tienen una importante repercusión social y que, además, genera un descontrol de vértigo entre los usuarios. La Junta de Andalucía está llamada a solucionar este grave problema lo más pronto posible y, después, depurar responsabilidades.