Sin novedades en el tranvía

La Junta de Andalucía, a través de la visita del viceconsejero de Fomento, vino a repetir ante los jiennenses que el tranvía estará en funcionamiento el próximo año. Esta fecha es la que se lleva presentando ante la opinión pública a modo de placebo para atemperar los picos de cabreo ciudadano sobre una infraestructura que está parada desde 2011. Sin embargo se acumula el trabajo, al margen de la buena sintonía y las reuniones de trabajo técnico, queda pendiente el chequeo de las instalaciones, trenes y del resto de tecnología que lleva abandonada a su suerte demasiado tiempo. Sin este análisis previo que aún no está hecho, difícilmente se pueden comprometer plazas o fechas. Así que la calificación de este proyecto “como imparable” no deja de ser un titular que puede dejar anodadado a cualquier jiennense que viva en la ciudad en los últimos veinte años. Sería necesario que la próxima convocatoria informativa sobre este asunto sea, por fin, para detallar un plazo y una fecha para que todo esté en marcha, sin más dilaciones, sin más flecos pendientes, sin más estudios. Para decir que el tranvía de Jaén sigue parado y apostar crédito político a cuándo formará parte de la ecuación del transporte público en la ciudad es preferible no mencionar a la “bicha”. Y es que poco o nada se ha avanzado más allá del necesario compromiso del Ejecutivo tanto del PP como de Ciudadanos. Es un paso, pero se antoja poca cosa para sacar al tranvía del ostracismo actual. El año 2020 está a la vuelta de la esquina y en lo sustancial casi nada se ha avanzado, a tenor de todo lo dicho y anunciado en los últimos meses. Que faltan estudios técnicos para saber como están las instalaciones no es novedad alguna.