Sin contratos fijos en Jaén

La precariedad en el empleo en la provincia de Jaén no la borra ni un leve atisbo de mejora económica. La conversión de contratos temporales a indefinidos es uno de los indicadores que muestran la “mejoría” de la economía del país y, en este sentido, mientras en el resto de España aumentan en Jaén, sin embargo, baja. Una mala noticia que se refrenda en estos datos: En el primer semestre de 2016 se hicieron 2.243 contratos estables tras otro de tipo eventual, ahora solo se han realizado 2.191. Un descenso del 2,3% y que está en las antípodas de los 3.682 que se hicieron hace una década, en 2007. Obviada la temporalidad de dos sectores básicos para nuestra economía como son la agricultura y lo servicios que, difícilmente, pueden convertir en fijos determinados contratos, el desierto de arena se encuentra en el tejido empresarial jiennense que, al parecer, ha tocado techo en creación de empleo estable y de calidad. Mientras que en el resto de España todos los sectores productivos incrementan el número de conversiones realizadas, con el sector de la construcción a la cabeza (34,8%), seguido de la industria (25,7%), servicios (19,7%) y agricultura (6,8%), aquí en Jaén estos sectores siguen con tirones sin marcar un ritmo suficiente, al menos, para incorporar trabajadores a nuestro mercado laboral. De mantenerse esta tendencia, la sangría poblacional está asegurada, porque las nuevas generaciones tienen casi imposible subirse a un mercado laboral que no sea de salarios mínimos y contratos temporales. Si este es un mal común en toda España, ni que decir tiene que en Jaén se puede considerar una enfermedad crónica. O nuestro tejido industrial crece en consonancia a la población o seguiremos haciendo maletas.