Ruta casi despejada

    22 jul 2019 / 11:46 H.

    El paso atrás del líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, supone que hoy se avance en la investidura en función de un más que posible acuerdo con los socialistas que daría a Pedro Sánchez la opción de un gobierno de coalición, por más que se quiera focalizar en el programa, inexorablemente, también los nombres están encima de la mesa, una vez que el líder de Unidas Podemos despejó el tablero al autodescartarse como posible “hombre” fuerte de su partido dentro del Gobierno socialista. Si se salva la investidura, quedará un camino más que difícil para garantizar cuatro años de legislatura en los que los equilibrios de fuerzas y, sobre todo, los apoyos ocasionales estarán marcados por el día a día y, claro está, por el proceso catalán. PP y Ciudadanos deberían dar un paso al lado y propiciar, al menos, el arranque de la legislatura, ya habrá motivos para hacer oposición desde sus posicionamientos, pero un mínimo de “fair play” político debería ser suficiente para abstenerse y permitir ese primer escalón de la legislatura. El Ejecutivo de Sánchez tendrá que afrontar entre otros grandes retos la sentencia del 1-O que supondrá un punto de inflexión en la política española y que puede alterar de inicio toda la legislatura. Los partidos, en principio, se han posicionado claramente sobre apoyar o no al PSOE, pero el arco nacionalista tendrá varias posibilidades en función de algunos intereses (PNV) o de las reacciones y dimensiones de la propia sentencia al proceso separatista. Mientras esto ocurre, de momento, hasta que no se aclare el panorama, las necesidades de los ciudadanos están “paralizadas” y este hecho afecta y mancha, desde el punto de vista ciudadano, a unos representantes políticos que deben cerrar el episodio electoral y poner las necesidades ciudadanas entre sus objetivos.