Refuerzo en centros de salud

Dicen los profesionales que están en primer línea en esta dura y eterna pandemia que el comportamiento del virus en la provincia es, de alguna forma, diferente al de otros territorios y, en este sentido, aseguran que no estamos ante un tercera ola, sino ante una prolongación de la segunda que, además, se veía venir. Salvar la Navidad tuvo sus consecuencias sanitarias y, hoy en día, el Complejo Hospitalario de Jaén soporta un nivel de presión importante. Los especialistas se ven con más armas que en marzo o en abril del año pasado, saben qué medicación es la más recomendable en cada caso y, aunque hay pacientes que no se pueden salvar por complicaciones patológicas previas, lo cierto es que la curación es más manejable que cuando estalló la pandemia. Controlados los ingresos, no sin esfuerzo por parte de quienes se ven obligados a hacer frente a una situación inédita, el problema está en la Atención Primaria. La falta de profesionales y de recursos brilla en una pandemia que deja al descubierto carencias que, a corto plazo, las administraciones públicas tendrán que resolver. Basta con llamar por teléfono a los centros de salud, paso obligatorio para conseguir una cita, para darse cuenta de que no pueden más. El modelo sanitario necesita mejoras en el primer eslabón de la cadena para evitar, precisamente, que el segundo se colapse. La prevención, sin lugar a dudas, se alza como el instrumento más importante y eficiente en términos económicos para combatir cualquier tipo de enfermedad, porque son menos los recursos que se necesitan que en un proceso de curación. El coronavirus, si algo bueno trae, es una lección de cómo planificar el futuro.