Radares y seguridad vial

28 dic 2017 / 09:11 H.

Con cierta frecuencia suelen hacerse públicos informes a cargo de diversas entidades o asociaciones en los que se hacen públicos los radares que generan un mayor número de multas o, dicho de otro modo, que tienen una mayor capacidad recaudatoria. Recientemente, la Asociación Automovilistas Europeos Asociados ha dado a conocer los datos de los cinemómetros más “activos” en todo el país. En concreto, los 25 que supusieron un mayor número de multas. Tal y como se hacía eco este periódico en su edición de ayer, el segundo puesto nacional lo ocupa un radar ubicado en la provincia jiennense, en concreto, el situado en el kilómetro 76 de la A-44, en el conocido puerto Carretero. En este tramo, se prohíbe circular por encima de los 100 kilómetros por hora. En el periodo estudiado, fueron un total de 53.641 denuncias las materializadas, lo que supusieron uno ingresos a las arcas públicas de unos dos millones de euros. Cuando se dan a conocer estos estudios se puede correr el peligro de dirigir la mirada a la Administración y poner el acento en lo recaudado, cuando lo justo sería alarmarse porque más 53.600 conductores han infringido el límite de velocidad fijado. Los radares no se colocan de manera azarosa, sino que su ubicación va siempre ligada a puntos en los que es necesario extremar la precaución. Son medida para garantizar la seguridad, no solo de quien va al volante, sino también de quienes viajan en su mismo vehículo y de otros conductores que transitan por esa misma vía. Tras años continuados de descenso de la siniestralidad en las carreteras, los datos ponen de manifiesto un nuevo repunte. Medidas disuasorias como los radares suman para mejorar los datos.