Prudencia, siempre prudencia
Pude parecer un tópico, pero la llamada a la prudencia, más en estas fechas, resulta primordial y nunca superfluo. Ya es casi una treintena la cifra de personas que han perdido la vida en las carreteras desde que el pasado miércoles se puso en marcha la segunda fase de la operación especial de la Dirección General de Tráfico con motivo de la Semana Santa. Se da, además, la fatídica circunstancia del fatal accidente de autobús en la madrugada del domingo pasado que se cobró la vida de trece estudiantes, por lo que en esa primera fase del operativo de la DGT ya se contabilizaron 22 víctimas mortales.
Son días de mucho trasiego y, ese importante flujo de vehículos, constituye un riesgo añadido al que lleva implícito de por sí ponerse al volante. Se esperan más de ocho millones de desplazamientos entre el citado miércoles a las tres de la tarde y hasta el próximo lunes, 28 de marzo, gran parte de ellos en distancias relativamente cortas, por lo que el factor del exceso de confianza juega también en contra. Las visitas a familiares en lugares cercanos son parte de la tradición en estas fechas señaladas y son las carreteras secundarias las que, estadísticamente, registran los peores datos. Y es que son muy pocos días con mucho volumen de vehículos que, además, coinciden en gran medida en destinos comunes, como zonas turísticas de costa, segundas residencias o lugares con gran tradición semanasantera, como Andalucía, fundamentalmente. Los consejos son de sobra conocidos, se reiteran siempre que llegan fechas de vacaciones generalizadas, pero es en esta época del año cuando se produce el mayor número de viajes por carretera, más incluso que en los tradicionales meses de verano. Lo importante, lo saben, es volver.