Precio que asegure el futuro

La evolución del precio del aceite de oliva en los últimos años depara sorpresas desagradables para los productores que nunca saben a qué carta atenerse en función de unos vaivenes que son imposibles de controlar en origen y ese es uno de los dramas del sector. En estos momentos, tal y como denuncian las organizaciones agrarias, los precios van por un lado y, por otro, los costes de producción. De esta manera muchas explotaciones agrarias no son competitivas de mantenerse estas condiciones de manera estable y de ahí que se haya hecho frente común con las organizaciones agrarias para buscar alternativas como el almacenamiento privado, una idea que, de momento, el Ministerio de Agricultura descarta. De hecho, tanto el ministerio como la Junta de Andalucía sostienen en que trabajan para que los precios de producción del aceite de oliva sea equilibrado para los agricultores, ya que la calidad aumenta, y los olivareros pierden poder económico. Se opta, por lo tanto, desde la administración por un camino de autorregulación que, de momento, no ha dado fruto alguno. En el contexto actual, con grandes producciones, sin embargo las ventas internacionales han caído. El precio del aceite de oliva tendría que estar por debajo de los 1,79 euros/litro para que la Unión Europea admitiese un almacenamiento privado, es decir un verdadero descalabro para el agricultor para que se pueda activar dicha medida. La conquista de nuevos mercados y del consumo también en España es una vía fundamental, porque, de lo contrario, el futuro será muy complicado en competencia con olivares intensivos por todo el mundo y con producciones cada vez más importantes. No hay otras alternativas.